Han pasado 300 días desde que el Gobierno se comprometió a publicar el dato de fijos discontinuos inactivos. Esta figura contractual se ha disparado con la reforma laboral y permite al empresario desactivar al trabajador en periodos de menos actividad. En esos momentos, siempre y cuando haya cotizado lo suficiente, puede cobrar una prestación por desempleo. Sin embargo, el SEPE no los registra como parados.
La cuestión es que en los últimos dos años los fijos discontinuos se han duplicado y cada vez son más los organismos económicos que alertan de que el dato de paro registrado no representa totalmente la realidad. Siempre teniendo en cuenta que el paro registrado no incluye nunca a toda la población parada, sólo a aquellos que se registran en el SEPE.
A día de hoy hay dos datos que son públicos y se encuentran en las estadísticas que históricamente publican los Ministerios de Seguridad Social y Trabajo. Uno es el de los afiliados con un contrato fijo discontinuo, es decir, aquellos que sí están trabajando en el mes. A finales de septiembre eran más de un millón (frente a los 434.000 que había en el mismo mes de 2021), según los datos de Seguridad Social.
También son públicos los datos de fijos discontinuos que perciben una prestación contributiva por desempleo en un determinado mes. En agosto eran 201.296 personas (frente a los 122.731 del mismo mes de 2021), según el SEPE, organismo autónomo adscrito al Ministerio de Trabajo. Es decir, que también han crecido un 64%.
Medio millón sin registrar
Lo que no es público y se lleva reclamando al Gobierno desde finales del año pasado es el dato total de los fijos discontinuos inactivos que se inscriben en el SEPE pero no se contabilizan como tal. Se calcula que ronda el medio millón de personas, aunque la cifra de fijos discontinuos inactivos totales sería siempre superior, teniendo en cuenta que no todos se inscriben en el SEPE.
Se puede aproximar observando la evolución de la casilla en la que se les incluye (demandantes de empleo con relación laboral), pero ahí entran también otros trabajadores (los afectados por un ERTE y los demandantes en situación de adscripción por colaboración social). En este sentido, se ha reclamado al Ejecutivo en numerosas ocasiones el dato desagregado.
Cambios de discurso
El pasado 3 de octubre, como en cada rueda de prensa mensual del paro y la afiliación, este medio le preguntó al secretario de Estado de Trabajo, Javier Pérez Rey, por este asunto. La respuesta, en esta ocasión, fue que "este es un elemento que tiene que ver con la gestión de los datos que hacen también las CCAA", pero "no hay ningún elemento que impida saber cuántos fijos discontinuos hay en este país".
La cuestión es que no se le preguntaba por el dato de fijos discontinuos activos, que efectivamente se conoce por la afiliación y la encuesta de población activa (EPA), sino por los inactivos inscritos en el SEPE y que no se contabilizan como parados. Además, esta respuesta se alejó de lo que solían responder en todas las anteriores: que se están depurando los datos y que se proporcionarán tan pronto sea posible.
Ya hubo un cambio de guion hace unos meses en el Ministerio de Trabajo. En mayo el secretario de Estado aseguró que estaban a punto de publicarlos, y avanzó que lo harían previsiblemente en las ruedas de prensa de junio o julio. Sin embargo, poco después se convocaron las elecciones generales y aquello quedó en papel mojado.
Los cálculos de Fedea apuntan a que los fijos discontinuos inactivos que afloran en las estadísticas del Servicio Público de Empleo Estatal rondan el medio millón y, por tanto, de contabilizarse, el paro 'efectivo' o real superaría los 3,2 millones, frente a los 2,7 millones que comunica el Ministerio de Trabajo.
