El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha anunciado este jueves que el Gobierno empezará a pagar el Ingreso Mínimo Vital, una renta mínima para los más desfavorecidos, a partir del próximo año y que su concesión se irá haciendo por fases a lo largo de los próximos tres años.
"Será una renta suficiente, con una dotación económica que permita rebajar los niveles actuales de desigualdad y pobreza. Ese suficiente irá materializándose en los Presupuestos Generales del Estado de los últimos tres años de la legislatura", es decir, los de los años 2021, 2022 y 2023.
El proyecto de la renta mínima es el primero que ha presentado Escrivá durante su comparecencia ante la Comisión de Trabajo, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones en el Congreso de los Diputados, a la que ha presentado las líneas maestras de su cartera ministerial para toda la legislatura.
Tal y como contó Vozpópuli, esta renta mínima podría ser de 430 euros al mes y costaría al Estado 3.500 millones al año, si se diseña acorde al estudio que realizó el propio Escrivá durante su etapa al frente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef).
Se desplegará en tres años
"Estamos empezando a diseñarlo, lo traeremos aquí en cuanto tengamos los mimbres más cerrados para intentar encontrar un consenso", ha señalado el ministro, que sí ha adelantado que será "flexible, eficaz, coordinado con los distintos niveles de la Administración y evaluable desde el principio".
Ha afirmado también que se aplicará de forma gradual, "desplegado en varias fases a lo largo de la legislatura, sobre todo por su impacto fiscal", ya que este desembolso engordará el déficit público.