El endeudamiento del conjunto de las Administraciones Públicas era, a cierre del primer trimestre de este año, de 1,613 billones de euros, de acuerdo con los últimos datos hechos públicos por el Banco de España. La cifra, la más alta de la historia, es un 9% superior al valor a precios de mercado previsto para el Producto Interior Bruto en 2024.
En apenas doce meses, los que han transcurrido desde marzo de 2023 a marzo pasado, la deuda ha aumentado en 77.693 millones de euros, sin que estos últimos doce meses el país haya padecido ninguna tragedia sanitaria ni de carácter económico. El recurso al endeudamiento se ha convertido en una constante para los diferentes gobiernos de Pedro Sánchez, a pesar de las múltiples advertencias lanzadas desde la Comisión Europea y el Banco Central Europeo de que es hora ya de volver a la disciplina presupuestaria que dio origen a la moneda única y a la Eurozona.
El único problema que tiene la deuda es que hay que pagarla más tarde o más temprano. Y eso es imposible si todos los ejercicios finalizan con déficit. España no conoce un superávit presupuestario desde hace diecisiete años. Fue el trienio milagroso 2005-2007, con Pedro Solbes al frente la cartera de Economía, en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. En total, 53.030 millones de euros de superávit, el equivalente al déficit que se registró el pasado año: 53.194 millones, el 3,64% del PIB.
España ha destinado durante el decenio 2014-2023 nada menos que 305.000 millones de euros únicamente en intereses, lo que técnicamente se conoce como el servicio de la deuda. Solo en los cuatro primeros meses de 2024, España ha abonado a sus acreedores un total de 8.415 millones de euros en intereses, un 77,5% más que en el mismo periodo del año anterior, en el que se pagaron 4.740 millones. Son datos de la ejecución presupuestaria de la Intervención General de la Administración del Estado.
España ha destinado durante el decenio 2014-2023 nada menos que 305.000 millones de euros únicamente en intereses
En el plan presupuestario enviado por el Gobierno español a finales del pasado año ante la posibilidad de que los Presupuestos Generales del Estado de 2023 tuvieran que prorrogarse ante las dificultades de conseguir la aprobación del Parlamento en los plazos debidos, el Ejecutivo proyecta un déficit presupuestario equivalente al 3% del PIB, mientras la Comisión Europea estima que se situará en el 3,3%.
El pago de los intereses de la deuda supone el segundo en importancia, por detrás del abono de la nómina de las pensiones y por delante del coste de las prestaciones por desempleo. Según prevé el Gobierno en los “presupuestos” enviados a Bruselas, el gasto en intereses para el presente ejercicio aumentará hasta el 2,5% del PIB, “como consecuencia de la progresiva traslación a la deuda pública española de los mayores tipos de interés del Banco Central Europeo.
En los años 2022 y 2023, el gasto se situó en el 2,4%. Teniendo en cuenta que la previsión del valor a precios de mercado del PIB para este año es de 1,543 billones de euros, la factura que el conjunto de las Administraciones Públicas (central, autonómicas y locales) ascenderá a poco más de 39.000 millones de euros, 4.000 millones más que el pasado año.
Coste de la deuda
Durante el largo periodo en el que los tipos de interés oficiales del dinero estuvieron en el 0% (marzo de 2016 a junio de 2022), España consiguió abaratar el coste medio de la deuda en circulación hasta el 1,6%, además de alargar su vida media hasta rozar los ocho años.
Ahora, tras el cambio de rumbo de la política del Banco Central Europeo, el coste de las nuevas emisiones se ha encarecido y el montante de la deuda en circulación es muchísimo más elevado. El coste medio de la deuda ha superado ya el 2,1% En el año 2022, los intereses de la deuda del conjunto de las Administraciones Públicas supusieron un desembolso de 31.800 millones, y el pasado año, de 35.500 millones.
Las rentabilidades de las últimas subastas llevadas a cabo por el Tesoro Público han sido del 3,367% para las Letras a seis meses; del 3,407%, para las Letras a doce meses; del 3,039%, para los bonos a tres años, y del 3,251%, para las obligaciones a diez años, las que marcan la denominada prima de riesgo en los mercados financieros. El Tesoro tiene previsto emitir deuda por un importe bruto de 257.500 millones de euros, aunque las emisiones netas solo serán de 55.000 millones. El resto, 202.000 millones, tendrán como destino amortizar deuda lanzada con anterioridad.