La ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, ha asegurado este martes que España no renuncia a adoptar un impuesto por ciertos servicios digitales a nivel nacional a pesar de que la Unión Europea (UE) haya decidido abandonar esta iniciativa en el ámbito comunitario para buscar una solución global en la OCDE.
Calviño explicó que la propuesta de este impuesto, el denominado como 'tasa Google', que planteó el Gobierno decaerá cuando termine la legislatura, pero que la medida estaría incluida en los Presupuestos Generales de Estado que prevé presentar el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, si forma Gobierno tras las elecciones generales.
"Al igual que el presidente del Gobierno ha anunciado que su primera decisión será proponer unos Presupuestos Generales del Estado después de la formación de Gobierno tras las elecciones, esto incluirá el seguir adelante con el proyecto de una tasa digital, lamentablemente, a nivel nacional", dijo Calviño en la rueda de prensa tras el Consejo de ministros de Economía y Finanzas de la UE.
Países en contra
La oposición de Irlanda, Finlandia, Dinamarca y Suecia ha impedido a los titulares económicos de los Veintiocho alcanzar un acuerdo para introducir el impuesto a los servicios digitales, cuyo alcance se había reducido para gravar solo la publicidad en línea.
La UE apuesta ahora por trabajar para encontrar una solución internacional en el seno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y, si para final de 2020 no existe un consenso global, deja la puerta abierta a retomar las discusiones sobre la tasa.
Calviño lamentó que haya sido imposible sacar adelante la medida y recordó que España estaba dispuesta a apoyarla incluso en su enfoque limitado a pesar de que era menos ambiciosa que la propuesta inicial de la Comisión Europea y de la planteada por España, que se basó en la de Bruselas.
Si bien no era ideal, hubiera sido deseable establecer un régimen comunitario que permitiera en todo caso a aquellos Estados miembros que lo desearan ir más allá
"Si bien no era ideal, hubiera sido deseable establecer un régimen comunitario que permitiera en todo caso a aquellos Estados miembros que lo desearan ir más allá", dijo la ministra, quien subrayó que "está bien discutir en la OCDE, pero estaría bien haber empezado en la UE".
No obstante, señaló que España "contribuirá activamente" al debate internacional sobre el tema y que hay "bastante optimismo" con respecto a que la OCDE pueda alcanzar un acuerdo internacional en 2020.
Calviño consideró "francamente decepcionante" la falta de unanimidad en esta materia y recordó que el Gobierno está a favor de que las decisiones en cuestiones de fiscalidad en la UE pasen a tomarse por mayoría cualificada y no por unanimidad, tal y como ha propuesto la Comisión Europea.