Pedro Sánchez sigue adelante con su propósito de gravar a las tecnológicas (tasa Google) que facturen más de 750 millones de euros en todo el mundo y más de 3 millones en España. Y lo hace a pesar de que anteayer Francia, único país que ha aprobado un impuesto de este tipo, reculara ante Estados Unidos en la cumbre del G7 celebrada en Biarritz (País Vasco francés).
El Gobierno de Donald Trump amenazó con subir los aranceles a los vinos galos y su homólogo francés, Emmanuele Macron, no ha tenido más remedio que dar marcha atrás. Devolverá aquello que recaude de más con la tasa digital cuando la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) establezca un impuesto a las digitales consensuado por los 30 Estados que conforman este organismo.
Si Sánchez aprueba el impuesto habrá represalias sobre aquellos bienes que, como sucede como el vino en Francia, son de vital importancia en nuestro volumen de exportaciones a EEUU. Es el caso de los coches o el aceite en cualquiera de sus formas (industrial o comestible). De hecho, el Senado norteamericano alertó hace dos meses que duplicaría los aranceles a empresas importadoras de países que graven a los llamados GAFA (Google, Amazon, Facebook y Apple).
Automóviles y aceites suponen más de la mitad (2.539 millones) del total de lo ingresado por los diez productos que lideran el ránking de ventas al exterior (4.604 millones)
Según datos del ICEX, entre los cinco productos que más exportamos a Estados Unidos se encuentran los aceites de petróleo y oliva, así como los automóviles. En total, han supuesto 2.539 millones de euros del total de 4.604 millones de euros en exportaciones que acaparan los diez productos que lideran el ránking de ventas a EEUU.
El peso en las exportaciones es el que sitúa a estos productos en la mirilla de una subida arancelaria por parte de Estados Unidos. Esta fue la forma en que Donald Trump procedió en el caso francés. Les gravó allí donde más duele.
"Las exportaciones francesas de bienes a Estados Unidos ascienden a 32.600 millones de euros. Los principales ámbitos de exportación son la aeronáutica, el lujo (textil, perfume, vino, bebidas espirituosas) y los productos químicos el sector agroalimentario (aduanas francesas)", explica el Ministerio de Exteriores francés, quien refleja en un informe el peso del vino en la balanza de exportaciones.
Banca y construcción
La cámara de Comercio española explica que, junto a los automóviles y aceites, las empresas de infraestructuras y la banca son también sectores con intereses en el país del dólar.
"El sector de las constructoras y otras empresas que han resultado adjudicatarias de grandes contratos en Estados Unidos también tienen mucho peso en la exportación, además de bienes como los aceites tanto industriales como para consumo humano, y los automóviles", aseguran desde la Cámara de Comercio de Estados unidos.
Renfe y Adif participan en un gran proyecto para unir Houston y Dallas en una línea de alta velocidad. Precisamente la entrada de Renfe en el país ha propiciado la creación de la filial Renfe of América, que aglutina las operaciones de la empresa pública en el país.
ACS, Renfe, Adif, OHL, ACS y Santander son algunas de las empresas españolas con intereses en Estados Unidos
ACS también opera en EEUU (Dragados USA), al igual que OHL. Ambas compañías han entrado en ese mercado mediante la compra de pequeñas empresas. El sector de la construcción norteamericano está compuesto en su mayoría por pequeñas corporaciones y la vía de la compra ha sido la más efectiva para irrumpir en un mercado sumamente atomizado.
Otras corporaciones españolas con intereses en EEUU son banco Santander, que da servicio en el país a través de Sovereign, y Ferrovial que posee varias concesiones de autopistas.
