Las consecuencias del tercer rescate ya se están haciendo notar en Grecia. La primera ola de privatizaciones, a las que el Ejecutivo de Tsipras se había opuesto en un primer momento, han llegado a los aeropuertos y la empresa alemana Fraport se ha hecho con la concesión de 14 de ellos, según una resolución del consejo de política económica que ha sido publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Se trata del primer proceso de privatización que completa el Gobierno formado por el partido izquierdista Syriza y su socio de coalición, la formación nacionalista conservadora Griegos Independientes. Así, los aeropuertos que han pasado a manos de la empresa alemana son el de Salónica, la segunda ciudad del país; Kavala, en el noreste; Corfú y Zante, dos islas situadas en el mar Jónico; Canea y Cefalonia, en la isla de Creta; Aktion, en el oeste; y los de Rodas, Kos, Samos, Mitilene, Mykonos, Santorini y Skiathos, todas islas del Egeo.
El precio asciende a 1.230 millones y Fraport se ha comprometido a invertir 330 millones de euros en los primeros cuatro años
La resolución, decidida en el consejo de gobierno de política económica que se celebró el 13 de agosto, ha sido firmada por el viceprimer ministro, Yanis Dragasakis, y los ministros de Finanzas, Euclides Tsakalotos, Economía, Yorgos Stathakis, y Energía, Panos Skurletis. En este sentido, Fraport fue la ganadora del concurso que tuvo lugar el año pasado, y la autoridad de privatización helena –Taiped- dio recientemente su visto bueno al proyecto.
Según lo publicado en el BOE griego, no hubo ningún cambio respecto a las condiciones de licitación que se adjudicaron a la empresa. Ya que el precio de los aeropuertos asciende a 1.230 millones de euros, y Fraport se ha comprometido a invertir 330 millones en los primeros cuatro años y 1.400 millones de euros en los próximos cuarenta.
La llegada al poder de Syriza congeló los procesos de privatizaciones y prometió que revisaría todos aquellos que no se hubieran cerrado todavía. Sin embargo, con la conclusión del tercer programa de rescate, Grecia se comprometió a trasferir activos estatales a un fondo de privatización por valor de 50.000 millones de euros para pagar deudas, recapitalizar la banca y realizar inversiones.