Tan solo quince días después de aterrizar en la vicepresidencia del Banco Central Europeo, Luis de Guindos ya ha testado lo que supone estar a la sombra de Mario Draghi, el 'todopoderoso' presidente del organismo monetario. El pasado jueves, Guindos se estrenó en público como número dos del BCE y el banquero italiano no tardó demasiado en marcar su territorio.
Sucedió en la rueda de prensa posterior a la reunión de política monetaria del Consejo de Gobierno de la institución, encuentro al que también asistió por primera vez el nuevo gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos.
"La distribución de tareas es responsabilidad del presidente", zanjó Draghi ante la sonrisa de un Guindos que acababa de ser preguntado por un periodista español sobre sus nuevas competencias en la institución comunitaria. Acto seguido, eso sí, permitió al exministro de Economía comentar la resolución del banco letón ABLV.
Allí donde ha estado, el nuevo vicepresidente del BCE no ha asumido un rol secundario, aunque restar protagonismo a Draghi, considerado por muchos como el salvador del euro, es ardua tarea. Por si había alguna duda, el banquero italiano ya se encargó de demostrarlo en la primera pregunta dirigida directamente a su nuevo vicepresidente.
Ganar protagonismo
Quien le conoce apunta que el nuevo vicepresidente del BCE no se contentará con mantener el perfil discreto que tenía su predecesor en el cargo, el portugués Vitor Constancio. No obstante, la senda para que Luis de Guindos gane poder en el seno del BCE es favorable. De hecho, en un año y medio concluye el mandato de tres miembros del Comité Ejecutivo –la cúpula de la institución, formada por cinco personas–, incluido el relevo de Draghi, que abandonará el organismo en octubre de 2019.
Fuentes financieras aseguran que la figura de Luis de Guindos adoptará "una nueva dimensión" con la llegada del nuevo presidente. Peter Praet y Benoît Cœuré también finalizan su estancia en el BCE en 2019, mientras que el relevo de Yves Mersch se producirá a finales de 2020 y el de Sabine Lautenschläger, previsiblemente, en enero de 2022, momento en el cual Guindos será el miembro de la cúpula del BCE con más experiencia y, además, con cuatro años de mandato por delante.
Por el momento, desde su llegada al número 20 de la calle Sonnemannstrasse de Fráncfort, donde se ubica el rascacielos que ejerce de sede del BCE, a Guindos se le han reasignado las mismas competencias que tenía Constancio, que son Política Macroprudencial y Estabilidad Financiera e Investigación. No obstante, Draghi anunció el jueves que "en breve" discutirán la asignación permanente de funciones.
Consejera portuguesa
Dada la apretada agenda de los miembros del Comité Ejecutivo del BCE -suelen pasar un par de días a la semana lejos de Fráncfort-, cada uno de ellos elige una persona de confianza para tratar y mantenerse informado del día a día del organismo. Guindos, actualmente, ha decidido mantener a la consejera que tenía Vitor Constancio, de nacionalidad portuguesa.
Precisamente esta semana el exministro de Economía acudirá a Portugal para participar en el tradicional encuentro financiero que organiza el BCE en Sintra. Guindos no tiene prevista intervención en las jornadas, pero participará como vicepresidente en las reuniones que se celebren en el marco del foro.
El cartel del evento cuenta con la participación del presidente de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, Jerome Powell, el gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda y el exsecretario del Tesoro de EEUU, Larry Summers, entre otros. Además, Guindos asistirá el viernes a su primera reunión del Ecofin como vicepresidente del BCE