El impacto de la inflación en los ingresos tributarios es claro para la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), un efecto que el Gobierno sigue negando. La AIReF lo ha cuantificado: cada punto de inflación adicional supone algo más de 2.000 millones de recaudación adicional.
Este cálculo implicaría que los ingresos tributarios de este año pueden elevarse en 12.400 millones extra si te tiene en cuenta la previsión de inflación media de la propia Autoridad Fiscal, del 6,2%. La estimación del Banco de España, del 7,5%, arroja un saldo adicional de 15.000 millones. Y en lo que respecta a 2021, si se toma la media del 3,1%, habría supuesto 6.200 millones.
Sin embargo, este efecto se produce en el corto plazo, en el muy corto y es automático. El deterioro del escenario macroeconómico afecta a las previsiones fiscales a través de diversos canales con efectos contrapuestos, alerta la AIReF en el Informe sobre los proyectos y líneas fundamentales de Presupuestos de las Administraciones Públicas 2022. Por el lado de los ingresos, las tensiones inflacionistas "generan en el muy corto plazo un efecto positivo y automático de incremento de la recaudación, especialmente en el IVA", lo que ha estimado en hasta 3.500 millones adicionales este año.
No obstante, este shock también implica una reducción de las previsiones del crecimiento real que reducirá a su vez los ingresos del sector público, ha advertido el organismo.
Por el lado de los gastos, la inflación tiene un impacto directo y automático sobre los intereses de los bonos indiciados con la inflación. A un plazo más largo, también afectará a los bienes y servicios que adquieren las Administraciones Públicas a medida que se vayan licitando o renovando los contratos. No obstante, este efecto se verá limitado en 2022 por la existencia de los Presupuestos ya aprobados con limitaciones en los créditos. Además, el gasto de intereses crecerá con las nuevas emisiones de deuda conforme las expectativas de inflación y la normalización de la política monetaria se trasladen a los tipos de interés.
Para 2022, el impacto de la inflación sobre los gastos estaría en torno a las 4 décimas de PIB, ha estimado. Adicionalmente, las tensiones inflacionistas en 2022 también afectarán a la evolución de los gastos en 2023. Este impacto es directo y automático en el caso de las pensiones que se revalorizarán en 2023 según el IPC de 2022 de acuerdo con la reforma de pensiones. Esto supone que cada punto adicional de inflación en 2022 elevará el gasto en torno a 1.500 millones en 2023. Según sus previsiones de inflación, en 9.300 millones.
En este sentido, la Autoridad advierte del riesgo para la sostenibilidad del "desafío conocido del envejecimiento de la población y el mayor gasto en pensiones que, de no ser financiado con ingresos adicionales, se traducirá en un incremento muy significativo del endeudamiento desde unos niveles históricamente muy elevados".
El efecto en las pensiones
Sin embargo, el Gobierno sostiene que no son necesarias medidas adicionales para hacer sostenible su reforma de las pensiones que entró en vigor en enero y que las liga al IPC. A diferencia de lo que también advierten Banco de España y BBVA Research. Tampoco admite el Ejecutivo el impacto de la inflación en la recaudación. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, lo negó en la presentación de la recaudación de 2021 el pasado 27 de enero. El 31 de abril, cuando dio los datos de ejecución presupuestaria, se mostró menos rotunda y dijo que "los expertos" hablan de dos puntos de recaudación que podrían deberse a la inflación.
El director de la Agencia Tributaria, Jesús Gascón, he orillado el impacto en dos ocasiones este miércoles: en la rueda de prensa de presentación de la Campaña de la Renta, cuando dijo que el verdadero impacto en el IRPF lo tienen el empleo, los salarios y los tipos de interés, y en una comparecencia en el Congreso. En esta última, planteó que el repunte de la inflación a mitad de año se acompañó de la rebaja de impuestos a la luz, lo que apuntó a que compensó el efecto del IPC.