Es cierto que hay operaciones muy agresivas, pero también que pueden pagar justos por pecadores. Es el análisis que están haciendo despachos, bancos, consultoras y empresas a los que ha sondeado Vozpópuli sobre el polvorín que se ha formado con las estructuras fiscales en la inversión en I+D, que Hacienda está escrutando. El foco está puesto en la utilización de las Agrupaciones de Interés Económico (AIE) como estructura inversora, un vehículo que ofrece rentabilidades muy elevadas y que fue estigmatizado por su uso en el tax lease para la construcción de barcos que tumbó la Comisión Europea como ayuda de Estado y por haber sido objeto de actas millonarias por parte de la Agencia Tributaria (AEAT) a producciones de cine.
Entre las empresas que han invertido en I+D a través de AIE, se encuentran varias aseguradoras, como El Corte Inglés Seguros, AXA, Línea Directa, Mediterráneo Vida y Allianz, y productoras audiovisuales como Atresmedia, con Arcano y Kaudal como estructuradores, con participación también de Banca March y de socios herederos del negocio que lanzaron para el cine Banesto y Santander, según trasladan fuentes conocedoras y refrenda el Registro Mercantil.
Fuentes de Atresmedia subrayan que sus inversiones son "legales y están auditadas".
"Desde AXA estamos tranquilos porque creemos que la Agencia Tributaria hace su trabajo comprobando que las AIE se están utilizando bien. Nosotros hacemos las inversiones a través de un vehículo de reconocido prestigio, Arcano, y contamos con toda la documentación soporte de todos los proyectos y de todos los incentivos fiscales", trasladan.
"Cuando desde Línea Directa hemos invertido en distintas Agrupaciones de Interés Económico (AIE) como parte de nuestra estrategia de Sostenibilidad, siempre ha sido en proyectos vinculados a nuestras líneas de negocio como compañía de seguros, especialmente los ámbitos de la movilidad, la Seguridad Vial y la salud. Todas estas inversiones se han hecho de forma ajustada a la legislación, planificada y con todas las garantías, en línea con nuestra Estrategia Fiscal. Por otro lado, contamos internamente con un Comité específico encargado de valorar y decidir de forma exhaustiva los proyectos, además de realizar un seguimiento periódico de los mismos", explican.
El abuso de las AIE en inversiones en I+D preocupa a la Agencia Tributaria (AEAT) y así lo ha advertido en los Planes de Control Tributario de 2022 y 2023. El aviso preocupó en 2022 y empresas y asesores saludaron con optimismo que en 2023 la Agencia admita que el uso de AIE "no es ilícito", si bien advierte de que "por su carácter expansivo es imprescindible analizar y comprobar el cumplimiento de los requisitos para la aplicación de deducciones y beneficios fiscales en aquellos supuestos en que se hayan utilizado entidades interpuestas carentes de actividad y medios, pero que sirven como vehículos para trasladar y comercializar dichos beneficios fiscales a terceros inversores interesados en disfrutar de dichas ventajas".
Asimismo, la AEAT alerta de que "este análisis y comprobación no se limitará al propio ente interpuesto para generar el beneficio fiscal, sino también a los partícipes o socios que participan en esas entidades. Especialmente se atenderá a la venta en serie de estas estructuras de aprovechamiento de beneficios fiscales, cuando se aparten de la ley, sean claramente abusivas o se basen en presupuestos de hecho simulados o artificialmente inflados, de forma que se desvirtúe el objeto mismo del beneficio fiscal".
En los últimos meses el Fisco ha endurecido su criterio, lo que las fuentes consultadas atribuyen al abuso de estas estructuras, con casos en los que se utilizan para proyectos que en realidad no son innovadores o que incluso se duplican o no existen, y al efecto arrastre de las sentencias de la Audiencia Nacional que han cambiado su doctrina (5529/2022, 5530/2022, 5537/2022, 5731/2022 publicadas en noviembre y diciembre de 2022) y establecen que los gastos por el desarrollo de aplicaciones y software no pueden incluirse en la base de deducción.
El conflicto se está tratando además en el Foro de Grandes Empresas, en el que participan Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Inditex, Telefónica, Repsol, Iberdrola, Generali o Iberia, entre otras. Según las actas de las reuniones de finales de 2022, los representantes de la Agencia Tributaria manifestaron su "preocupación por la utilización abusiva" de las AIE que, "si bien la Administración las había apoyado como forma de impulsar determinados sectores como el naviero, su uso había ido proliferando en otros ámbitos como el cine, los proyectos de I+D+i, etc.". Preocupación que se ha mantenido en el encuentro de este junio.
En este foro, la AEAT ha insistido en que "su utilización era legítima", pero "venía observando situaciones en las que existía un abuso, con rentabilidades del 60 y 70% de la inversión, sin una asunción de riesgos excesiva. Asimismo, el Ministerio de Ciencia e Innovación también había manifestado su preocupación, ya que, en relación con los proyectos de I+D+i, los destinatarios de los beneficios fiscales no estaban siendo los investigadores".
Se espera instrucción del Fisco
Así, en las actas se cuenta que se solicitó la opinión de las empresas sobre el asunto, a lo que respondieron que, "reconociendo la existencia del problema, las AIE eran una figura que trataban con cierta distancia y que atajar un uso excesivo correspondía a la Agencia Tributaria, identificando, en primer lugar, a los estructuradores y, en segundo, corrigiendo los abusos. Asimismo, añadieron que este tipo de estructuras en ocasiones son muy útiles para fomentar determinadas actividades consideradas necesarias, pero que, no obstante, deberían establecerse unas reglas claras que impidiesen su utilización en actividades para las que esta figura no fue creada. Por último, se apuntó que, a fin de esclarecer la materia, se analizase la conveniencia de emitir un criterio administrativo sobre su correcta utilización".
En este sentido, fuentes conocedoras apuntan a que se espera una Instrucción de la AEAT en la que eleva los requisitos.
¿Cómo funciona este vehículo en el caso del I+D? La Ley del Impuesto sobre Sociedades permite en su artículo 35 una deducción del 25-42% por I+D y del 12% por inversión tecnológica. La AIE permite generar un crédito fiscal, de manera que el que invierta 100 se lleva 130. Hay tres figuras: el desarrollador, esto es, la empresa o start up con un proyecto innovador; el estructurador que diseña el producto, y cuya retribución puede presionar para elevar la rentabilidad, y el inversor. Este último se queda con el crédito que genera el desarrollador.
El precedente del cine
El problema es que la vigilancia extremada de la AEAT puede llevarse por delante inversiones valiosas. En el recuerdo, la conducta del Fisco con los incentivos al cine que lanzó para atraer producciones de Hollywood a España en la Ley del Cine. Este marco atrajo a Universal, Warner, Summit-Lionsgate y Disney, que rodaron Fast&Furious 6, Furia de titanes y Fría luz del día y una entrega de La guerra de las galaxias, entre otras, y a las que Hacienda abrió actas por cerca de 50 millones de euros.
La Ley del Cine establecía en su artículo 27.2 que "se considerarán productoras de una película aquellas empresas o AIE que se incorporen como coproductoras a la misma, en todo caso antes de la finalización de la producción".
La AIE no tributa y los inversores pueden imputarse las pérdidas que generan estas inversiones en su factura fiscal, con lo que en estas producciones obtienen rentabilidades del 25%, mientras que el productor reduce su riesgo.
La AIE no tributa y los inversores pueden imputarse además de las pérdidas la totalidad de los créditos fiscales que genere la AIE (por ejemplo deducciones por investigación en I+D+I, por inversiones en producciones cinematográficas). Los inversores las AIE generan en su factura fiscal desgravaciones fiscales que compensan con creces los fondos que aportan a la AIE, con lo que en estas inversiones obtienen rentabilidades superiores al 25% o incluso 50%, mientras que el productor reduce su riesgo.
La Dirección General de Tributos, el órgano legislador de Hacienda, dictó consultas vinculantes que planteaban que sólo podía considerarse productora a una AIE que tuviera la iniciativa de producción.
Las actas que levantó la AEAT a Universal, Warner y Summit-Lionsgate, de cerca de 50 páginas cada una, concluyeron que las AIE "no tienen la iniciativa ni asumen responsabilidad sobre la producción". A juicio de la Delegación Central de Grandes Contribuyentes, "no tienen capacidad para realizar funciones de producción, puesto que carecen de medios para realizarlas". "El papel de la AIE es el de un vehículo creado para trasladar incentivos fiscales a los inversores", decían.
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