Hacienda está negociando a contrarreloj con los grupos políticos un paquete de medidas fiscales para aumentar la recaudación entre 7.000 y 8.000 millones el año que viene y cumplir así con el ajuste que reclaman las autoridades comunitarias. Fuentes próximas a la negociación han explicado a Vozpópuli, el paquete incluye cambios en el Impuesto de Sociedades, una nueva figura para gravar las bebidas azucaradas y una subida de los tributos que gravan el alcohol y el tabaco.
Además, el Gobierno aprobará una serie medidas para mejorar la lucha contra el fraude fiscal, entre las que se incluye la limitación de los pagos en efectivo a 1.000 euros. Durante la legislatura pasada el Gobierno limitó a 2.500 cualquier pago en efectivo. Ahora va un poco más allá para con el objetivo de reducir el uso del dinero negro y fomentar los medios de pago electrónicos, que generan menos fraude.
Al mismo tiempo, las grandes compañías iniciarán el plan de control electrónico de IVA en tiempo real, que será obligatorio para un colectivo de más de 62.000 contribuyentes. De hecho, la intención del Gobierno es implantar el próximo año el conocido como Suministro Inmediato de Información (SII), que consiste en el envío electrónico en tiempo real de todas las operaciones que deben figurar en los libros de registros del IVA de las empresas.
Con estas medidas, el Gobierno espera recaudar entre 7.000 y 8.000 millones de euros, una cantidad que inicialmente sería suficiente para cumplir con las exigencias de Bruselas y reducir el déficit al 3,1% del PIB el año que viene. De hecho, la Comisión pedía a España un ajuste estructural del 0,5% del PIB, lo que supone medidas por valor de 5.500 millones. Con el ajuste extra el Gobierno aseguraría el cumplimiento del déficit ante cualquier eventualidad.
Hacienda negocia también un techo de gasto similar al del año pasado
En paralelo, el Gobierno negocia también el techo de gasto, el primer paso para hacer los Presupuestos Generales de 2017. El límite de gasto no financiero, que será muy similar al del año pasado, se aprobará este viernes en el Consejo de Ministros, junto a los nuevos objetivos de estabilidad presupuestaria, que antes tendrán que pasar por el Consejo de Política Fiscal y Financiera este jueves.
Superados todos estos trámites, el Gobierno enviará toda la documentación a la Comisión Europea en las próximas semanas, que ha reclamado una y otra vez la actualización del plan presupuestario que envió a mediados de octubre, cuando aún no se había formado Gobierno. España se juega mucho después de que las autoridades le dieran una oportunidad al cancelar la multa por el desvío de déficit en 2015 y otra al no congelar los fondos estructurales. La tercera tregua, parece más difícil.