Con sólo 60 trabajadores y una fábrica en Móstoles (Madrid), la compañía Hersill se ha convertido en una puerta de esperanza para la sanidad española: "Tenemos capacidad para fabricar tantos respiradores como sean necesarios, siempre y cuando recibamos suministros", dicen en la empresa.
Los respiradores artificiales y ventiladores son los equipos médicos más demandados ahora mismo por los Gobiernos de todo el mundo para atender a los pacientes ingresados por coronavirus.
Los fabricantes no dan a basto con los pedidos, y la crisis del COVID-19 dificulta la distribución de estos aparatos y la logística de los proveedores. Además, los distintos Gobiernos priorizan la llegada a sus respectivos países de esta maquinaria, y alientan a los fabricantes nacionales para que produzcan a la mayor velocidad posible y que no exporten.
Hersill prepara la entrega de un centenar de respiradores fabricados en Móstoles
En España están presentes multinacionales como GE Healthcare, Philips o Medtronic que comercializan este tipo de equipos, pero ninguna de ellas tiene fábrica en el país. Para traerlos a España necesitan transportarlos de otros países.
"Estamos en conversaciones con el Ministerio de Sanidad, colaborando con ellos en lo que necesiten", comentan en Hersill. "No tenemos datos exactos de cuántos respiradores se van a necesitar de manera inmediata ni a futuro, ya que no manejamos los datos de pacientes que requieren de ventilación mecánica en este momento, ni cuál es la previsión en la evolución del número de pacientes en estado crítico que requieran de ventilación asistida", explican.
En todo caso, en Hersill insisten en que son capaces de producir los respiradores necesarios siempre que los suministros empleados en su fabricación lleguen a Móstoles, procedentes de otros lugares de España y también del extranjero.
El gigante Medtronic está tratando de hacer llegar a España respiradores de sus fábricas situadas en otros países
"Hay una plan rápido de entregas de un centenar de unidades de respiradores, de las que 20 se encuentran listas para su entrega inmediata y 80 estarán disponibles en los próximos días, mientras recibimos más suministros para continuar la fabricación de estos respiradores", indican. "Estamos trabajando a todo gas en la fábrica de Móstoles, teletrabajando los empleados que no están en planta", señalan.
El respirador Vitae 40 que fabrica Hersill es un producto que lleva en el mercado "solo unos meses" y tiene la ventaja frente a los de otros competidores "que es más ligero y transportable, puede usarse en ambulancias y también para atención domiciliaria", apuntan en la compañía española.
La multinacional estadounidense Medtronic, que vende respiraderos artificiales y ventiladores en España, que no requieren intubación, está tratando de importar este tipo de equipos desde sus fábricas situadas en otros países. "La semana pasada pudimos entregar más de un centenar, llevamos tres semanas en plan de contingencia, pero la logística ahora es muy compleja", explican en la empresa.
"Si usted produce ventiladores, los compraremos", dice Matt Hancock, ministro de Sanidad de Reino Unido
"Estamos al servicio de Sanidad para poder atender las solicitudes posibles, ahora no hay un número exacto de respiradores que sean necesarios", indican. Y recuerdan que España "no es el único país necesitado de estos equipos".
Los Gobiernos piden más producción
El Gobierno italiano ha requerido al único fabricante de ventiladores del país que cuadruplique su producción mensual, desplegando incluso a miembros del ejército para ayudar en la tarea, según publicó el lunes el diario Financial Times.
Alemania ha pedido 10.000 ventiladores a un proveedor nacional, y Francia está realizando un recuento de sus existencias. El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, llamó el domingo a los fabricantes del país para que incrementen la producción.
"Si usted produce ventiladores, los compraremos", dijo Matt Hancock, Secretario de Estado para la Salud del gobierno británico en una entrevista con Sky News, quien informó que el Servicio Nacional de Salud disponía de unos 5.000 ventiladores pero que necesitaba "muchos más".
