Donde huele la sangre avanza sin miedo, sin Gobierno que valga. Todo un tiburón financiero es lo que es Christopher Hohn, el mayor defensor del traslado de Ferrovial a Países Bajos.
A su The Children Investment Fund afincado en las Islas Caimán poco han afectado las presiones de La Moncloa contra la mudanza de la histórica constructora. Más, quizás, las pérdidas encajadas en 2022, el primer año en el que el fondo tuvo pérdidas desde su lanzamiento en 2004, golpeado por su apuesta por Alphabet (Google), que se depreció un 39% el año pasado. Un revés que reclama movimientos (y promesas de retornos) de calado en 2023.
En España, Ferrovial es una de sus principales participadas, junto a Cellnex, donde acaba de invertir 500 millones para hacerse un lugar en el Consejo y marcar su nueva hoja de ruta, con un nuevo consejero delegado. Al igual que la empresa de telecomunicaciones, la dirigida por Rafael del Pino afronta un complejo proceso de reorganización corporativa marcado por la oposición del actual Gobierno español, ante el cual el mismo Hohn renunció al Consejo de Aena.
Las presiones de Moncloa apenas han hecho mella en Hohn, que ha ejecutado swaps por valor de 400 millones de euros, elevando su participación en la constructora un 30%, hasta el 8% del capital
Apenas han hecho mella ya las presiones gubernamentales en TCI, que ha ejecutado swaps sobre Ferrovial por valor de 400 millones de euros, elevando su participación en la constructora un 30%, hasta el 8% del capital. Ya solo por detrás de Rafael y María del Pino, el británico se apuntó antes de la Junta favorable al traslado como tercer mayor accionista de Ferrovial y el primero ajeno a la familia fundadora. El cambio de sede fue finalmente respaldado por el 73% del capital, con el solo rechazo frontal de un paquete accionarial encarnado fundamentalmente por el propio hermano de Del Pino, Leopoldo, quien no ejercería el derecho de separación.
Hohn consigue una revalorización de 30% en Ferrovial
El multimillonario británico tiene claro que la cotización de la compañía, de ahora en adelante FISE, guarda un importante margen al alza, en especial, a corto plazo. Poco le han parecido importar las advertencias de los proxys que sí hicieron mella en otros socios, como el fondo soberano noruego, sobre las menores atribuciones que tendrían los accionistas por debajo del 10% -todos actualmente a excepción de Del Pino-, en Países Bajos.
De hecho, la vía holandesa fue, entre otros motivos, escogida por el presidente por ser la alternativa más rápida -que no la única posible- para empezar a cotizar en Estados Unidos, el mercado en el que la constructora tiene comprometido el 93% de su inversión antes de 2027. Según fuentes del sector, el salto al parqué americano, con el consiguiente disparo bursátil, tendría lugar en el último trimestre este mismo año.
La apuesta de Hohn se ha saldado ya con una ganancia bursátil de 16 millones sobre los 400 invertidos desde el anuncio del traslado, esto es, un retorno rápido del 4%.
Por lo pronto, la apuesta de Hohn se ha saldado ya con una ganancia bursátil de 16 millones sobre los 400 invertidos desde el anuncio del traslado, esto es, un retorno rápido del 4%. Ejercer el derecho de separación para detener la mudanza de Ferrovial a Amsterdam habría costado al fondo controlado por el británico más de 150 millones de euros de cartera.
Paralelamente, si se observa la trayectoria de TCI en Ferrovial desde su entrada en 2019 y los precios a los que ha ido escalando, se constata que el paquete del 6% que Hohn tenía antes del anuncio de cambio de sede alcanza una revalorización de alrededor de un 30%, hasta los 1.600 millones de euros.
Por su parte, el propio Rafael Del Pino, que tendrá más poder en Holanda, ha elevado su participación hasta un histórico 20,448%. En España, la compañía tendrá ahora como guardián a su hijo de 36 años, Ignacio Del Pino, llamado a ser el heredero del presidente.