El presiente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha vuelto a conseguir la foto con los empresarios más importantes del país. Esta vez no ha podido obtenerla de forma presencial, como sí ocurrió en La Casa de América el pasado mes de agosto, pero el apoyo ha sido el mismo, o incluso mayor.
La Moncloa convocó a prácticamente todo el Ibex 35 y a los primeros espadas de las empresas más relevantes del país a una jornada en dos actos para explicar su plan de recuperación económica para paliar los efectos de la pandemia del coronavirus.
Entre las cara conocidas se encontraban: Isidro Fainé (CriteriaCaixa); Antonio Llardén (Enagás); Jaume Guardiola (Banco Sabadell); Miguel Ángel López Borrego (Siemens Gamesa); José Manuel Entrecanales (Acciona); Francisco Reynés (Naturgy); Pablo Isla (Inditex); Florentino Pérez (ACS); Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola); Josu Jon Imaz (Repsol); Alberto Gutiérrez (Airbus); Carlos Torres (BBVA); Ana Botín (Banco Santander); Fernando Abril-Martorell (Indra); Rafael Miranda (Acerinox); Rafael del Pino (Ferrovial); José María Álvarez-Pallete (Telefónica); y Antonio Huertas (Mapfre), entre otros.
Sin duda, se trata de un cartel envidiable sólo visto en la última convocatoria de la CEOE, celebrada a mediados de junio. Antonio Garamendi, con la ayuda del presidente de Inditex, Pablo Isla, consiguió aunar durante una semana a todos los hombres y mujeres fuertes del tejido empresarial español. No sólo del Ibex 35. Por allí, incluso, se pudo ver a personajes tan importantes como el presidente de Mercadona, Juan Roig.
Este 'pleno' que ha conseguido Moncloa contrasta con la imagen que dio el Ibex 35 al principio de la 'gran recesión', cuando los grandes prebostes se agruparon en el Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC) y propusieron recetas económicas que, en algunos casos, eran diferentes a las que entonces aplicaba el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. Entonces, en febrero de 2011, se pusieron a la cabeza César Alierta (Telefónica), Emilio Botín (Santander) e Isidro Fainé (Caixabank), que mantuvieron 'vivo' el lobby oficialmente hasta 2017.
En esta ocasión, los primeros espadas de la banca han mostrado su apoyo público al Gobierno en varias ocasiones. "Pocas personas en España pueden estar en desacuerdo con los principios del discurso del presidente. Queremos todos una economía mas sostenible, inclusiva, mas digital y por supuesto, cómo no, más feminista", dijo Ana Botín después del evento en La Casa de América.
El presidente de BBVA, Carlos Torres, también ha tendido la mano al Gobierno en varias ocasiones para sacar el mayor rendimiento a las ayudas de la Unión Europea. "Tenemos que reinventarnos y demostrar que podemos estar a la altura", señaló durante su ponencia en la inauguración de los cursos de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), que este año se realizan de forma online.
Cambio con los cien días
La relación de la banca con el Gobierno ha cambiado mucho en el último año. Sólo hay que ver el desplante del sector en el acto de los cien primeros días de gestión. En esa ocasión Santander envió a José Manuel Cendoya, vicepresidente de su filial española y BBVA a José Manuel González-Páramo, consejero ejecutivo del banco. De Sabadell acudió un representante institucional. Ni Bankia ni Bankinter estuvieron presentes en el baño de masas de Sánchez.
Por esas fechas, el Gobierno jugueteaba con la idea de crear un impuesto a la banca. De hecho, durante los primeros días de Sánchez al mando, los banqueros se encargaron de hacer lobby contra un gravamen que consideran "injusto", como dijo Ana Botín, cuyo banco llegó a amenazar con trasladar su sede fuera de España.