Los tipos impositivos implícitos (que determinan lo que efectivamente se paga en un impuesto) varían en España respecto a la media de la Unión Europea: imponemos un tipo del 24% al ahorro (frente a la media del 21% aplicada en los 28), mientras que nos quedamos muy por detrás gravando el consumo y el trabajo.
Ese tributo del 24% nos lleva a ser los séptimos de la UE que imponemos un mayor gravamen al ahorro a través principalmente del Impuesto de Patrimonio, según datos de la Comisión Europea divulgados por el Consejo General de Economistas.
En el caso del consumo, nuestro tipo impositivo implícito es del 15,8%, muy por debajo de la media del 28,5% de Europa, por lo que somos los que menos lo gravamos a excepción de Bulgaria, que nos supera.
Impuesto sobre el trabajo
Lo mismo ocurre en el impuesto sobre el trabajo, donde imponemos un tipo del 30,9%, frente a la media del 50%, lo que nos coloca en el puesto 21 en la clasificación de más a menos tributación.
José Luis Feito, presidente del Instituto de Estudios Económicos, explica que el hecho de que “en España la tributación del ahorro sea de las más onerosas de Europa” es perjudicial para el país, ya que es necesario aumentar el ahorro “más que la inversión, porque si no tenemos déficit”. En este sentido defiende que “los impuestos sobre el patrimonio y el capital deberían bajar”.
Por el contrario, cree que aún queda margen para subir los impuestos indirectos (como el IVA), que aportan una recaudación al Estado equivalente al 11,8% del PIB, frente a la del 13,6% de Europa.
Solo cuatro países pagan menos impuestos indirectos en relación al PIB que España
En conjunto, la recaudación fiscal del país (que incluye ingresos por impuestos directos e indirectos, cotizaciones sociales y otros ajustes) es del 33,3% en España, frente al 38,9% en Europa (con datos de 2016), pero el experto apunta a que si se tiene en cuenta la presión fiscal per cápita no hay tanta diferencia con la media, entre otras razones por la elevada tasa de paro española.
Los países que más ingresos impositivos tienen en relación al PIB tienden a ser los países que tienen más renta per cápita (por ejemplo Alemania, que tiene un 35% más de renta per cápita que España), aunque hay también países que sin tener una renta per cápita tan elevada tienen ingresos impositivos más altos, por lo que en su opinión “tienen grandes problemas, como Italia”.
Feito considera que la recaudación fiscal se debe destinar a atajar los principales problemas económicos que tiene el país. En el caso de España: la elevada tasa de desempleo, el alto nivel de deuda externa neta y el déficit público, y señala que la causa de los tres males es la falta de productividad.