Los resultados publicados ayer de la Encuesta de Población Activa (EPA), correspondientes al primer trimestre de 2019, no han dejado indiferente a nadie. La tasa de paro en España ha aumentado en más de 49.900 personas, lo que supone el peor trimestre desde 2013. Se sitúa así en un 14,7% a cierre de marzo. Esto implica que a día de hoy, en nuestro país hay un total de 3.354.200 parados.
No obstante, la EPA divulgada por el Instituto de Estadística Nacional (INE) también ha dejado constancia de un dato fundamental, y es que el número de contratos indefinidos en nuestro país batió un récord histórico durante este primer trimestre al superar los 12,1 millones de trabajadores. Esta cifra está incluso por encima del máximo interior registrado en 2008, con 12,05 millones de asalariados con este tipo de contrato.
No obstante, este tipo de contratación se ha repartido de manera desigual en función del género del contratado. Mientras que las mujeres han alcanzado una cifra histórica de contratos indefinidos, con más de 5,7 millones de contratadas de manera indefinida, el dato más alto de su serie -que comenzó a registrarse en el año 2002-, el dato de empleo indefinido en el caso de los hombres continúa sin alcanzar las cifras previas a la crisis financiera y la reforma laboral.
Es decir, mientras que el número de contratados indefinidos -6,3 millones de hombres, aproximadamente- es mayor que el de mujeres, continúa estando por debajo de las cifras registradas entre 2007 y 2010. De la misma manera, aunque sigue creciendo, lo hace a un ritmo ligeramente inferior que el número de contratos indefinidos entre las mujeres.
El paro se concentra en las mujeres
Los resultados de la EPA de ayer no han dejado indiferente a nadie. En términos generales se han perdido un total de 93.400 empleos, una cifra mucho inferior a la destrucción de empleo que se registró en el mismo periodo del año pasado, donde más de 124.100 personas se inscribieron al paro.
En ese sentido, a pesar de la caída registrada, el nivel de ocupación ha crecido en más de medio millón de trabajadores durante el último año -un 3,16% interanual- lo que supone el mayor aumento en 12 años, según destacó ayer la ministra de Economía, Nadia Calviño.
Por sexos, el número de hombres en paro ha disminuido en 3.700 personas este trimestre, situándose en 1.570.500, mientras que el desempleo entre las mujeres se incrementa en 53.600 personas, hasta alcanzar las 1.783.800 personas.
Por lo tanto, a pesar del crecimiento que están experimentando los contratos indefinidos, este trimestre -marcado por la temporalidad y la Semana Santa- la subida del paro se ha debido exclusivamente a la pérdida de empleos entre las mujeres, que en su mayoría continúan con contratos temporales.
No obstante, no es común que este colectivo sea el que más desempleo registre, ya que al comparar los datos con los primeros trimestres de lo últimos años, las variaciones registradas no presentan ninguna relación, más allá de las corrientes generales de la situación de empleo en España que afectan a ambos sexos.
Brecha de género por tasa de empleo
Lo que sí se mantiene en el tiempo, sin embargo, es la denominada como "brecha de género laboral". Es decir, la diferencia existente entre la tasa de empleo masculina y la femenina. Según un informe publicado por la Oficina Europea de Estadística, más conocida como Eurostat, España cuenta con una brecha laboral de género de 12,1 puntos porcentuales.
Este dato sitúa a nuestro país como la tercera de las grandes economías de la Unión Europea con mayor diferencia de empleo entre los hombres y las mujeres. Mientras que dicha tasa está situada en un 61% para las mujeres, en el caso de los hombres asciende a un 73,1%.
Dentro de los diez países con más PIB de la zona euro, sólo tienen brechas superiores Italia, que cuenta con una diferencia de casi 20 puntos porcentuales y Polonia, con 14,4 puntos porcentuales de brecha.
Por el contrario, países como Alemania, Francia o Bélgica cuentan con una brecha de unos ocho puntos de media, mientras que Suecia, un país cuyas políticas de igualdad son reconocidas a nivel internacional, tan sólo tiene cuatro puntos de diferencia entre la tasa de empleo masculina y la femenina.