Indra modernizará la red de vigilancia aérea del Ejército del Aire, tras la firma con la DGAM (Dirección General de Armamento y Material) de un contrato que asciende a un total de 120 millones de euros, ha informado la firma global de tecnología y consultoría.
La aplicación de las vanguardistas tecnologías desarrolladas por Indra hacen del Lanza 3D uno de los radares más avanzados y fiables del mercado, preparado para detectar una gran diversidad de blancos, incluidos los cazas de quinta generación.
Con esta operación se completará el despliegue de este radar en todos los Escuadrones de Vigilancia Aérea (EVAs) del Ejército del Aire, lo que convertirá a España en uno de los países con una defensa aérea más sólida.
Los nuevos radares Lanza 3D, que se suministrarán en versión fija y desplegable, cumplen con los requisitos técnicos y operativos más exigentes de la Alianza Atlántica y son un elemento central del Sistema Integrado de Defensa Aérea y Antimisil de la OTAN (Natinamds) que protege a toda Europa.
Estos sistemas destacan por su elevada capacidad de detección a larga distancia de todo tipo de aeronaves en vuelo, incluyendo los cazas de quinta generación que incorporan las tecnologías de baja detectabilidad (stealth).
Alerta temprana
También localiza con precisión aeronaves remotamente tripuladas y misiles balísticos tácticos, garantizando la necesaria alerta temprana del sistema de defensa en los entornos operativos más demandantes (por ejemplo, a muy baja cota y en presencia de perturbaciones y contramedidas electrónicas). Todo ello, con la más alta disponibilidad y fiabilidad operativa.
Por otra parte, los nuevos radares fijos desarrollados por Indra facilitarán el despliegue de la red de comunicaciones 5G en España.
Los Lanza 3D, gracias a su tecnología, despejarán el camino para el despliegue completo y sin limitaciones de un servicio que multiplicará por diez la velocidad de las comunicaciones, al sustituir a otros radares de tecnología no nacional, en fase final de su vida y que en este momento están operando en una banda de frecuencia que interfiere con este tipo de comunicaciones.
Además del suministro de los Lanza 3D, Indra integrará los radares en los Grupos de Mando y Control del Sistema de Vigilancia y Control Aeroespacial, y aportará los elementos necesarios para asegurar la autonomía del Ejército del Aire en su operación, prestando apoyo logístico a los nuevos sistemas.
La constante evolución tecnológica de los radares de la familia Lanza 3D tiene su origen en la colaboración que el Ministerio de Defensa y el Ejército del Aire e Indra iniciaron hace décadas. Gracias a ello, España cuenta hoy con una tecnología propia estratégica para su defensa y soberanía.
El Ejército del Aire recibió en la primera década de 2000 los diez primeros radares de Indra, que fueron desplegados en los EVAs, por entonces conocidos como el Sistema de Mando y Control Aéreo.
Desde entonces, estos sistemas no han dejado de evolucionar y perfeccionarse hasta convertirse en uno de los más avanzados del mercado.
Líder en industria de defensa
Indra desarrolla proyectos críticos para la defensa nacional de los países para los que trabaja, participa en los grandes programas europeos y en el marco de la OTAN y presenta una relevante capacidad exportadora.
Indra es coordinador nacional industrial español en el programa europeo de desarrollo del Sistema de Combate Aéreo del Futuro NGWS/FCAS, en el que es líder internacional del pilar de sensores y nacional de otros tres pilares.
Indra es uno de los principales fabricantes de radares del mundo. La protección del espacio aéreo europeo, la supervivencia del Eurofighter y de los buques de varias Armadas e incluso la protección de satélites en órbita dependen del dominio que la compañía española tiene de esta tecnología.
"Con más de cuarenta años a sus espaldas trabajando en el desarrollo de estos sistemas, Indra puede presumir de ser el proveedor preferido de la OTAN a la hora de adquirir radares móviles de defensa aérea", destaca la Indra en el comunicado.
La compañía ha ganado todas las licitaciones abiertas por la Alianza en los últimos quince años para hacerse con este tipo de sistema.
En San Fernando de Henares, Indra cuenta además con una de las mayores factorías de radares de Europa con más de 7.000 metros cuadrados y 200 profesionales especializados.
Los ingenieros de la compañía están detrás del diseño del Captor, el radar que aporta su superioridad al Eurofighter y le permite 'ver sin ser visto'. En este momento trabajan además en su evolución hacia una configuración de barrido electrónico más avanzada aún.
También ha desarrollado radares que protegen fragatas, buques y submarinos de varias Armadas de todo el mundo.
En el ámbito civil, suministra sistemas a proveedores de servicios de navegación de todo el planeta, reforzando la seguridad del tráfico aéreo.
Por último, la compañía ha desarrollado en los últimos años un radar de vigilancia espacial, el radar S3T, que se encuentra instalado en la Base Aérea de Morón, en Sevilla.
Este sistema protege a la Estación Espacial Internacional, satélites, naves y sondas que se lanzan al espacio frente al riesgo de impacto con alguno de los restos que orbitan sin control alrededor de la Tierra. Con un alcance de más de 2.000 kilómetros es uno de los más potentes de Europa y del mundo.