Aunque el volumen total de autónomos ha crecido ligeramente desde diciembre, al sumar el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) 9.584 afiliados más a cierre de julio (un incremento del 0,3%), lo que se ha producido es un trasvase de trabajadores de sectores económicos estratégicos, como la industria, a otros como la hostelería.
El sector industrial, que en la primera mitad del año ha entrado en recesión por primera vez en seis años, ha sido el que más empleo autónomo ha destruido en estos siete meses: un total de 11.748 negocios, lo que supone una caída del 5% en el total de autónomos que trabajan en esa área, según datos divulgados por la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA, la mayor representante de este colectivo).
Le sigue la educación, que cuenta con 6.053 autónomos menos (un -6,7%), debido a que en verano se suele destruir empleo en este sector por el ciclo escolar, y del comercio, en el que se ha producido el cierre de 3.000 negocios en España (-0,4%).
Mientras estos sectores de actividad perdían efectivos, la hostelería -caracterizada por la temporalidad en el empleo por cuenta ajena- ha experimentado un incremento del 4,2% en el número de autónomos, que ha subido en 13.530 afiliados.
Sólo un 7% de los autónomos trabaja en la industria
Han aumentado también los autónomos de la construcción, que ahora son 6.600 más, los que se dedican a hacer actividades administrativas (+2.555) y los que trabajan en actividades artísticas y de entretenimiento (+2.498). Este último sector suele ganar afiliados en la temporada estival.
Con estas fluctuaciones, el número total de autónomos en España asciende a 3,26 millones, de los que un 24% trabaja en comercio, un 12% en construcción, un 10% en hostelería, un 9% en actividades profesionales científicas y técnicas, un 8% se emplea en la agricultura y un 7% trabaja en la industria.