La economía española cayó el 1,6% en 2012 y no el 1,4% anunciado, como consecuencia de la menor aportación de la demanda nacional (de una caída de 3,9 puntos a 4,1), según ha informado este martes el Instituto Nacional de Estadística (INE). Así se desprende tras la publicación de la actualización de la serie contable 2009-2012 por parte de este organismo.
Fuentes del Ministerio de Economía han asegurado a Efe que esta mayor caída del PIB de 2012 no implica que el déficit público de 2012, del 7%, tenga que ser revisado al alza. A este respecto, han incidido en que el déficit se compone de determinadas variables, algunas ya conocidas como el PIB nominal (cuya caída ha aumentado) y el gasto (que ha descendido, 1,1 puntos porcentuales en el caso de las Administraciones Públicas), mientras que se está a la espera de los ingresos, cuyo dato se conocerá a finales de septiembre.
Además, el crecimiento del 0,4% del PIB de 2011 se ha modificado a la baja hasta el 0,1 %, mientras que el decrecimiento de 2010 se ha pasado del 0,3% al 0,2% y el descenso de 2009 se ha situado en el 3,8% frente al 3,7% original.
Menor aportación de la demanda nacional
Respecto a la revisión de 2012, el INE explica que la aportación de la demanda nacional se ha reducido dos décimas debido a que el decrecimiento del gasto en consumo final se ha aumentado (del 2,5% al 3,3%) y el descenso de la formación bruta de capital se ha rebajado (del 8,7% al 6,9%). Asimismo, indica que el crecimiento real de las exportaciones se ha revisado a la baja en un punto (del 3,1% al 2,1%), mientras que la caída de las importaciones se ha incrementado en siete décimas (del 5% al 5,7%).
También ha sido mayor la disminución del gasto en consumo de los hogares al ser del 2,8% y no del 2,1%. Lo mismo ocurre con el descenso del gasto de las Administraciones Públicas, que fue mayor del calculado, al pasar del 3,7% al 4,8%. Además, la inversión cayó menos de lo anunciado, el 7 % frente al 9,1 % de la serie anterior, como consecuencia de un menor decrecimiento de los activos fijos materiales (del 7,8 % en lugar del 10 %), mientras que el crecimiento de los activos fijos inmateriales se ha revisado al alza, del 2,6% al 2,9%.