Nuevo mensaje de alerta desde el sector inmobiliario en torno al control de precios del alquiler que el Gobierno de coalición del PSOE y Sumar pretende generalizar progresivamente en todo el Estado.
Una de las principales empresas del sector de la intermediación, Alquiler Seguro, ha desvelado estadísticas relativas a la evolución del mercado en el entorno de Barcelona, la capital en la que ya se ha puesto en marcha la intervención sobre los precios.
De acuerdo a sus datos, obtenidos a partir de clientes propios y de socios comerciales, Barcelona cerró el 2023 con una oferta en torno a los 132.000 pisos agregados en total que salieron efectivamente al mercado durante el conjunto del año -esto es, no durante un momento puntual, como reflejan día a día los portales de anuncios.
De cara a 2024, la proyección de la empresa que preside Antonio Carroza es que la oferta en el entorno de la principal urbe catalana se reduzca a 107.000 pisos, lo que supondría una pérdida de 25.000 unidades disponibles, esto es, una contracción de la oferta cercana al 20%.
Una circunstancia que se vería propiciada por el tope de precios que ha entrado en vigor recientemente, han incidido desde la misma empresa con motivo de la presentación, tras seis años de relevamientos, de sus flamantes Barómetro del Alquiler y Observatorio del Alquiler. Unas pesquisas que ponen a la provincia de Barcelona en el extremo elevado de riesgo de tensión de precios a nivel nacional, y una "alta probabilidad" de nuevas subidas.
La caída del alquiler tradicional
Atendiendo a Alquiler Seguro, se trata de cifras acordes a la evolución del mercado de alquiler residencial tradicional -esto es, no se incluyen modalidades que sortean la legislación residencial como los alquileres turísticos o de temporada, que se habrían duplicado al hilo de la creciente regulación del tradicional hasta representar alrededor de un 10% a nivel nacional, según cifras del principal portal de anuncios, Idealista.
Actualmente, el alquiler promedio en Barcelona, según Alquiler Seguro, se sitúa en los 1.563 euros por mes, casi 500 euros más que la media nacional y 103 euros más que en Madrid, el principal mercado comparable. La presión en torno a la capital catalana es de 101 personas por piso, y cada uno tiende a alquilarse en un plazo de 15 días.