Los intereses que abonan empresas, familias y Estado por fin dejan de subir y se sitúan en los 76.000 millones de euros al año. Los pagos por intereses que afrontan las empresas y familias han empezado a descender levemente y se colocan en torno a los 43.000 millones anuales, gracias a que poco a poco reducen su endeudamiento y sus tipos empiezan a bajar, tal y como se comprueba en el primer gráfico del Banco de España sobre la situación financiera de las familias e instituciones sin ánimo de lucro. La línea roja refleja el total de los pagos por obligaciones de deuda y la azul el coste de los intereses.
Y tal y como se muestra en el segundo cuadro del BdE, pese a que la deuda pública ha aumentado un 17% en los últimos 12 meses, los intereses que abona el Estado por fin se han estabilizado en los 33.000 millones. Y si bien seguirán subiendo conforme engorde la deuda, los incrementos del coste financiero ya no serán salvo desastre tan brutales como en años anteriores.
Los hogares y sociedades no financieras han desembolsado de junio de 2012 a junio de 2013 unos 42.991 millones de euros en intereses. Según los datos de contabilidad nacional, las familias abonaron 17.411 millones, frente a los 25.580 millones que pagaron las empresas.
En parte porque se han dado muchas quitas e impagos sobre todo en el sector inmobiliario, en parte porque se han ajustado mucho costes y salarios, las sociedades no financieras son las que más han conseguido rebajar su deuda, ahora en el entorno del 105 por ciento del PIB desde el 125 que se alcanzó a en 2010.
Aunque esta historia va por barrios. Las empresas más grandes, que tienen una posición dominante en sus mercados y por lo tanto han ajustado costes al tiempo que mantenían precios, han conseguido amortizar más deuda. Y ello se refleja en las estadísticas del INE, que por primera vez recogen que las rentas empresariales han superado a las salariales.
La eliminación de las cláusulas suelo ha permitido que los tipos que pagan las familias comiencen a bajar
Por su parte, los hogares han reducido su endeudamiento a un ritmo bastante menor y éste se sitúa cerca del 75 por ciento del PIB, desde el 86 por ciento que tocó en 2009. Según los expertos consultados, la eliminación de las cláusulas suelo ha permitido que los tipos que pagan las familias comiencen a bajar. Y en tanto en cuanto el BCE no eleve tipos, los intereses que soportan seguirán descendiendo.
El sector público
Después de que el año pasado la carga de intereses del Estado subiese a tasas del 30 por ciento y a principios de este año repuntase a ritmos del 10 por ciento, el coste financiero de la Administración central ha empezado a frenarse en los 33.000 millones anuales, debido a que ahora le está venciendo mucha deuda a largo plazo cuyo coste financiero sobrepasa el actual 4 por ciento.
No obstante, estos costes financieros seguirán subiendo porque la deuda continúa engordando sin control y roza ya el 90 por ciento del PIB. De hecho, el Ejecutivo prevé en los Presupuestos de 2014 que la partida de intereses ascienda a los 36.000 millones, si bien se trata de una cifra bastante menor que los 38.000 millones que llegó a tener presupuestados para 2013 con unos mercados cerrados a cal y canto y una prima de riesgo disparada.