La empresa petroquímica IQOXE ha anunciado este jueves que, por causas de "fuerza mayor", ha comenzado la tramitación para presentar un Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) a consecuencia del accidente ocurrido en sus instalaciones de la petroquímica de La Canonja (Tarragona).
Tres personas perdieron la vida y siete resultaron heridas en el accidente químico más grave de la última década en España, ocurrido el pasado 14 de enero, cuando tuvo lugar una virulenta explosión, originada en uno de los tanques reactores de Industrias Químicas del Óxido de Etileno (IQOXE).
La empresa ha subrayado que su "único objetivo es la continuidad de la actividad y el mantenimiento de los empleos directos e indirectos", para lo cual, asegura que necesita "el apoyo y compromiso de los empleados".
IQOXE explica en un comunicado que "la suspensión de contratos, al amparo de la fuerza mayor, ofrece las mayores garantías para los trabajadores".
Paralización de la actividad
La causa invocada para la presentación del ERTE es "la paralización de la actividad productiva desde el 14 de enero de 2020, la necesidad de acometer los trabajos necesarios en las instalaciones para la reanudación de la actividad y la ausencia de fecha cierta que permita delimitar el arranque de la actividad".
La empresa ha pedido al departamento de Trabajo el reconocimiento de esta causa de fuerza mayor, y explica que la Generalitat les deberá dar respuesta en un plazo de cinco días.
El ERTE por causa de fuerza mayor tiene por objetivo "adecuar los recursos humanos materiales y económicos de la compañía hasta el reinicio de la actividad, garantizando así todos los derechos de los empleados", ya que, recuerdan, "sigue vigente el requerimiento de paralización de actividades de la empresa" de la Generalitat.
Una vez la Generalitat reconozca la causa de fuerza mayor, empresa y comité negociarán el ERTE y, en concreto, el número de personas afectadas y los periodos en los que deberán quedarse sin empleo, entre otras cosas.
IQOXE ha afirmado que sus empleados "son imprescindibles para llevar a cabo la puesta en marcha de la planta de óxido de etileno y la puesta a punto de los reactores no afectados en la planta de derivados".
La empresa garantiza que "el reinicio de la actividad se realizará bajo las más estrictas exigencias de seguridad verificadas por expertos independientes y autorizadas por la Administración Pública pertinente".
