Los últimos sondeos lo señalan: los irlandeses están más y más lejos de adoptar el pacto fiscal europeo que el Gobierno de Dublín somete a referéndum, el próximo 31 de mayo. A finales de abril, 47% de los probables votantes dicen que respaldarán el tratado, 35% que votarán no y 18% eran indecisos. El voto favorable ha bajado un 2% en un sólo mes, a la vez que se despierta una cierta oposición a la política de austeridad que los diferentes gobiernos irlandeses han llevado desde 2008.
Nueva tasa
El referéndum, de hecho, se convierte en un voto a favor o en contra de la austeridad. La decisión del Gobierno de introducir una nueva tasa de 100 euros a todos los propietarios ha sido determinante. Esta propuesta, requerida por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, es la oportunidad para la oposición de acusar el carácter injusto de cuatro años de rigor económico.
Las encuestas muestran además que, en un año, el partido izquierdista Sinn Féin ha ganado 10 puntos de popularidad, convirtiéndose en la segunda formación más popular de Irlanda. Su líder Gerry Adams culpa al Gobierno de no actuar en el interés de la población: "No se puede recortar para salir de la recesión. Tampoco se puede crear puestos de trabajo mediante la reducción de los gastos públicos y el aumento de impuestos sobre las personas con ingresos bajos y medianos", acusa. Al contrario, los tres principales partidos del Parlamento –Fine Gael, Partido Laborista y Fianna Fáil– dicen al unísono que votar 'si' significaría menos austeridad, ya que permitiría al país activar el Mecanismo Europeo de Estabilidad si lo necesitase.
Plan de rescate hasta 2013
Hasta ahora, Irlanda ha cumplido con todos los requisitos del programa lanzado por la 'troika', cuando el país necesitó intervención en 2010. Planifica volver a vender bonos del Estado en los mercados en 2012 y acabar con el plan de rescate de 85.000 millones de euros en 2013. El año pasado la economía mostró signos de recuperación, el país sigue siendo muy atractivo para las empresas extranjeras –a pesar de la austeridad, el Gobierno consiguió mantener el impuesto sobre sociedades al 12,5%–. 148 empresas internacionales, incluido Twitter, Apple, Intel o Pfizer, han invertido en Irlanda en 2011, creando así más de 13.000 empleos. Por primera vez desde 2006, Irlanda no tuvo recesión.
Pero ésta volvió en el año 2012, y las perspectivas económicas están ahora ensombrecidas por el contexto turbulento de la zona euro. Después de haber sufrido un déficit del Estado del 32% del PIB en 2010, ha caído al 9,4% en 2011 y se prevé un 8,6% en 2012. En otras palabras, Irlanda ha pasado la tormenta, pero todavía no ha sacado la cabeza del agua.
Sin embargo, los irlandeses ya han tenido que aguantar mucho: siete planes de austeridad desde 2008, 25.000 millones de euros de recortes (el 15% del PIB), reducción del 10% de los salarios, alza del IVA del 2%, introducción de nuevos impuestos… Se estima que Irlanda necesitará medidas de austeridad hasta 2015 para recuperarse plenamente. Aunque hubo sólo una manifestación nacional desde 2008, varios expertos advierten de que la población no soportará más rigidez económica. Diamard Smyth, del Consejo fiscal irlandés –que aboga por más austeridad– reconoció que "los irlandeses empiezan a fatigarse seriamente."