Economía

El lastre de la deuda pública: cada español 'debe' ya 637 euros

La presentación de los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año destacan, como no podía ser de otra manera, el destino de las principales partidas de gasto. Bajo el

  • La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, y Pedro Sánchez, en el Congreso de los Diputados. -

La presentación de los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año destacan, como no podía ser de otra manera, el destino de las principales partidas de gasto. Bajo el eslogan “Los presupuestos de la recuperación justa” el Gobierno desgrana hacia qué colectivos van destinadas las principales partidas del gasto público.

En las primeras páginas destaca los 12.500 millones de euros destinados a la juventud; después, los 2.199 millones para becas (educación y justicia). Cita a continuación los 40.000 millones de euros (27.633 millones de los fondos europeos) para inversiones y transferencias de capital, acompañando los números con el calificativo “la mayor inversión de la historia”. Toda la sociedad gana, añade: jóvenes, funcionarios, pensionistas, clase media y trabajadora, pymes y autónomos.

Hay que llegar a la página 21 de las 36 del documento de presentación para encontrar, en el último renglón de la segunda parte de “Políticas PGE consolidadas 2022”, bajo el subtítulo “Actuaciones de carácter general” un epígrafe denominado “Deuda pública”, al que se asignan 30.175 millones de euros. Se trata, sin embargo, de la segunda partida en importancia, por detrás de las pensiones (171.165 millones). Tras ese sofisticado apelativo se esconde el precio que España tiene que pagar el próximo año por los intereses de la deuda que mantiene.

Cada español tendrá que “pagar” por la deuda que financia parte de las actuaciones del Gobierno 637 euros en 2022, para una población, según los últimos datos del INE, de 47.394.223 habitantes. Por hacer una equivalencia, sería como volver a pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) al ayuntamiento correspondiente.

La cifra es muy superior (un 34,36%) a la destinada para el pago del desempleo (22.457 millones); un 43,8% más que el desembolso estimado para otras prestaciones económicas (subsidios), y un 23,28% por encima del coste de los llamados “servicios público básicos” (24.477 millones), que engloban Justicia, Defensa, Seguridad Ciudadana y Política exterior y Cooperación para el Desarrollo.

El Ejecutivo presume de que la partida es un 4,7% inferior a la del presente año (1.500 millones de euros menos, exactamente), pero eso no significa que cada día que transcurra del próximo año España tendrá que abonar a los inversores que financian su endeudamiento 82,67 millones de euros, o si prefiere, 575 millones cada semana, o 2.514 millones de euros mensuales.

Factura de la deuda

Con la excepción de 2020, la factura de la deuda de España lleva desde el año 2013 superando los 30.000 millones de euros. El récord lo ostenta 2013, el año con la factura de intereses más alta de la historia en términos absolutos: 38.589 millones de euros. Ejercicio tras ejercicio, a medida que los tipos de interés se han reducido hasta lograr que el dinero sea gratis entre los bancos centrales y el sistema financiero, el montante del servicio de la deuda ha bajado. Curiosamente, a medida que la deuda total ha ido aumentando de volumen.

Según los últimos datos del Banco de España, la deuda de las Administraciones Públicas se situó, a finales del pasado mes de junio, en 1,425 billones de euros, lo que equivale a hablar del 122,8% del Producto Interior Bruto a precios de mercado de los últimos cuatro trimestres. En términos interanuales, la deuda ha crecido un 10,4%, y en lo que va transcurrido de año 2,8 puntos porcentuales más que a cierre de 2020.

De acuerdo con los últimos datos publicados por la Dirección General del Tesoro, a 30 de septiembre pasado, la deuda del Estado en circulación ascendía a 1,213 billones de euros, casi 190.000 millones de euros más que a finales de 2019. En estos últimos veintiún meses, solo ha bajado en cinco ocasiones en relación con el mes anterior.

Tipo de interés medio

Lo que sí ha bajado ha sido el tipo de interés medio que paga España por su deuda. En 2018 estaba situado en el 2,418% y el mes pasado, en el 1,648%. Otra cosa son los tipos de interés medios de las nuevas emisiones de 2021, que el pasado mes estaban entre el -0,634% de las Letras a tres meses y el -0,566% de las Letras a doce meses, y el -0,512% de los bonos a tres años y el +0,323% de las obligaciones a 10 años, la referencia internacional de la deuda a largo plazo.

La financiación a corto plazo (entre tres y dieciocho meses) está más barata, pero a partir de los cinco años es algo más cara en septiembre que a comienzos de año. La última emisión de bonos a 10 años se hizo con un tipo marginal (el precio que hay que pagar para conseguir el último euro) del +0,336%, cuando en enero se pagaba el +0,114%.

Los avisos de la Reserva Federal de Estados Unidos de endurecer su política monetaria, eufemismo utilizado para llevar a cabo un subida de tipos en los próximos meses, hacen prever que algo empieza cambiar. La subida de la inflación en la UE al 3,4% en septiembre advierte de que las próximas colocaciones de deuda, aunque solo haya un comprador (el BCE), van a costar un interés algo mayor.

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