El Corte Inglés se ha encontrado con dificultades para dar salida a su mayor joya inmobiliaria a la venta, la Torre Titania, en el corazón del distrito de negocios Azca en Madrid próximo a la Castellana.
Dentro de un proceso de ajuste de activos inmobiliarios para el pago de deuda, la compañía que preside Marta Álvarez puso en el mercado su emblemático rascacielos la pasada primavera: el objetivo era cerrar la transacción antes de verano para sortear la subida de los tipos de interés del Banco Central Europeo.
A poco para que acabe el año, el futuro del edificio sigue siendo una incógnita, hasta el punto de que hay quien apunta a que ECI ya no estaría por la labor de vender el edificio y podría acabar reorientando el activo hacia un nuevo vehículo-socimi bajo su propiedad.
De acuerdo a fondos de inversión y grandes compañías inmobiliarias interesadas en comprar el edificio, el precio que se pide por él, unos 240-250 millones de euros, ha sido y es "demasiado alto", una coyuntura agravada desde verano por la subida de tipos que ha frenado múltiples operaciones inmobiliarias en distintos segmentos.
El problema particular de Titania y del valor que ha pedido por ella la compañía de grandes almacenes pasa también por la incertidumbre en torno al inquilino, la big four Ernst & Young, como señalan fuentes del sector de la inversión consultadas por este periódico.
Los planes de EY
Desde hace un lustro, EY es el inquilino ideal para El Corte Inglés en esta torre. Ocupa sus 11 plantas de oficinas al completo, en las que se alojan los más de 3.000 empleados de la firma estadounidense en Madrid. Su contrato de alquiler, no obstante, expira en poco más de dos años, y son varias las voces internas de EY las que apuntan a que la renovación está en el aire. Es por eso que el valor del edificio, en pleno proceso de venta, podría haber caído a ojo de los inversores.
En este sentido, fuentes cercanas a la firma consultadas por Vozpópuli apuntan a varios hechos clave que han cambiado por completo la percepción de EY sobre su necesidad de seguir alquilando al completo la emblemática Torre Titania, con unos 20.000 metros cuadrados.
Entre los cambios que podrían modificar los planes de la compañía sobre su alquiler destacan la implantación del teletrabajo, por un lado, y la separación de los negocios de consultoría y auditoría, por otro.
EY ha aprobado iniciar el proyecto de separación de sus negocios de consultoría y auditoría, cuyo alcance se terminaría de conocer entre finales de 2022 y principios de 2023
Desde que estalló la pandemia, EY fue una de las primeras big four que tomó la decisión de enviar a sus empleados a trabajar desde sus hogares. El "modelo híbrido" caló en la multinacional. "La nueva fórmula, ensayada en los últimos meses, ha venido para quedarse", apuntaba ya el verano pasado Jaime Sol, socio director del área de People Advisory Services en EY España. La propia división inmobiliaria de la consultora emitió un informe advirtiendo de que sería entre este año y 2023 cuando se vería el impacto del trabajo en remoto en la demanda de oficinas en el centro de Madrid.
Junto con este cambio en las formas de trabajar y la necesidad de contar con un espacio físico como el de esta torre, EY ha aprobado iniciar el proyecto de separación de sus negocios de consultoría y auditoría, cuyo alcance se terminaría de conocer entre finales de 2022 y principios de 2023.
Un cambio que, al dar a luz a dos compañías diferentes, podría llevar a la separación física de estas áreas, en dos edificios distintos, como comentan fuentes cercanas a la empresa con sede en Titania. Fuentes financieras apuntan, paralelamente, que esta coyuntura ya actúa en contra del valor del edificio ya que, en el mejor de los casos, se trataría de dos empresas distintas con las que tendría que tratar -por separado- el nuevo propietario.
El Corte Inglés revisa sus activos inmobiliarios
El Corte Inglés está inmerso en un proceso de revisión de sus activos inmobiliarios, que en las últimas semanas ha desembocado, por ejemplo, en la venta de su emblemático centro de Portal del l’Àngel en Barcelona por más de 200 millones a la joint venture formada por la holandesa Redevco y el americano Ares.
Además de en este, la compañía que preside Marta Álvarez ha colocado el cartel de "Se vende" a los ubicados en la Puerta del Sol o a la citada Torre Titania. Con su venta, la empresa del triángulo verde pretende generar caja y contribuir a la reducción de su deuda, situada en unos 2.500 millones de euros tras la entrada de Mutua Madrileña.