La presencia de una máquina 'tragaperras' en un bar resulta incluso familiar. El sonido y las luces de color parece que forman parte del decorado de multitud de bares que está repartidos por el territorio español. Un aparato que está siendo abandonado en muchos establecimientos y que puede estar cayendo en desuso.
Según los datos del Consejo Empresarial del Juego (Cejuego), la facturación de las conocidas en el sector como 'máquinas B' se ha recortado un 35% desde 2008, cuando los ingresos de estas máquinas suponía cerca de 4.400 millones de euros. En la actualidad, ese dato se ha reducido a cerca de 2.880 millones de euros.
Esta bajada se está produciendo por dos motivos. Como explica Alejandro Landaluce, director general de Cejuego, "por un lado, el sector del juego está viviendo momentos de cambio, se está diversificando y están surgiendo nuevas formas de juego. Por otro, es importante destacar que las formas de ocio entre los españoles, especialmente entre los jóvenes, están también cambiando".
Esto explica la caída de este tipo de entretenimiento, que Landaluce destaca que está asociado con un cliente más maduro y que está principalmente vinculado a los bares y que por tanto también está ligado a la propia evolución que han tenido este sector. "Por supuesto, este descenso también está vinculado con la fuerte crisis económica que vivió el país y a la Ley 'anti humo'", añade.
La importancia de los bares en la evolución de las 'tragaperras' se produce porque el 80% están instaladas en hostelería, 160.000 de las cerca de 199.417 máquinas B que hay en España. Sólo en la hostelería estas máquinas recaudan 1.140 millones de euros al año. El resto se reparte en: 3.310 en salones de juego, 310 en bingos y 53 en casinos.
60.000 máquinas menos
La caída de los ingresos de estos aparatos va de la mano con la desaparición de muchas de ellos. En total, desde el año 2007, España cuenta con 60.000 máquinas B menos. Unas cifras que pueden hacer pensar que las tragaperras están en peligro de extinción.
No obstante, este tipo de aparato son la principal fuente de ingresos del sector del juego privado en España, un sector que según el experto está asistiendo a un momento de cambio en su composición. "En 2007, las máquinas b representaban el 64% del total y en 2017 el 54% de los ingresos", apunta.
"Las máquinas en hostelería son un producto muy maduro y es lógico tengan una evolución acorde. Sin embrago, también es cierto que el sector está innovando continuamente", valora el director general de Cejuego.
Las máquinas en hostelería son un producto muy maduro y es lógico tengan una evolución acorde"
No todas las noticias son negativas para estas máquinas. Desde que en 2014 su facturación tocara suelo, sus ingresos han mejorado en un 5%, aunque todavía está muy lejos de los datos de 2007. La explicación a este incremento es, según Cejuego, "principalmente al repunte de los indicadores económicos".
La oferta de estas máquinas va de la mano de la demanda. Es decir, que muchos bares de nueva creación puede que estén optando por no contar con este tipo de oferta. "Depende de la tipología de establecimiento. Para los bares tradicionales sigue siendo un complemento a su oferta interesante", asegura Alejandro Landaluce. Por lo tanto, el tiempo dirá si estas 'familiares' máquinas son capaces de sobrevivir a los nuevos tiempos.