Los principales mercados bursátiles volvieron a vivir este martes una jornada negra que ahondó en las cuantiosas pérdidas que suman desde que se inició el presente año. La Bolsa española cerró con un recorte del 2,39% para el Ibex-35, su índice de referencia, que acumula un descenso del 17% desde que comenzó 2016. En los últimos dos meses, desde que comenzaron los descensos generalizados en las principales plazas, la factura para el mercado español ha sido sumamente cara: por encima de los 105.000 millones de euros. La cifra equivale a algo más del 10% del PIB nacional.
Al cierre de la jornada del martes, el Ibex-35 se despedía de los 8.000 puntos y cerraba en 7.927,60, su cota más baja desde el mes de julio 2013, coincidiendo con los últimos coletazos de la crisis. En los dos últimos meses, el desplome del selectivo se va por encima del 21%.
La incertidumbre generalizada sobre el comportamiento de las economías emergentes se ha mezclado con la generada por la caída del precio del petróleo, que amenaza igualmente con provocar grandes agujeros en las cuentas de los grandes productores. La Bolsa española no ha sido ajena a esta circunstancia aunque, en su caso, también se da el factor negativo de las dudas que los mercados tienen sobre el futuro gobierno del país.
De hecho, los descensos registrados por el Ibex-35 en los dos últimos meses son mayores que los acumulados por el resto de los principales índices europeos. Sin ir más lejos, Francfort se deja un 17% mientras que París pierde un 14,5% y Londres retrocede un 8,5%. La prima de riesgo, que a finales de año se mantenía en el entorno de los 100 puntos básicos, se ha disparado en estas semanas hasta los 150 puntos.
“Hay malas sensaciones, no llega a ser pánico bursátil pero en cuanto los índices se tiñen de rojo las ventas se generalizan y, en muchas ocasiones, no hay una causa concreta que lo justifique”, señala un operador de mercado.
En el caso de la Bolsa española, el sector financiero ha sido castigado con virulencia por los inversores. Cuatro de los cinco valores que más terreno han perdido en estos dos meses nefastos para los mercados son bancos. Empezando por el Popular, el más penalizado de todos los valores del selectivo. Desde comienzos de diciembre, la entidad que preside Ángel Ron se ha dejado más de un tercio de su valor en Bolsa, concretamente un 34,5%. Los descensos de Bankia y Caixabank se van también por encima del 30%, mientras que Santander retrocede algo más de un 28%. Más moderadas son las pérdidas de BBVA en este periodo, por encima del 21%. Y de Sabadell y Bankinter, en torno al 13%
Entre todo ellos se cuela Sacyr, el segundo valor más penalizado, con una caída del 33%, influido negativamente por el comportamiento de Repsol, de cuyo capital controla cerca de un 9%. La petrolera ha perdido desde diciembre cerca de un 18%.
De todos los valores del Ibex-35, tan sólo FCC muestra un balance positivo en este periodo, con alzas superiores al 7%, beneficiado por una más que segura OPA por parte de su principal accionista, Carlos Slim, que se verá obligado a llevarla a cabo tras la ampliación de capital que ejecutará la compañía en la segunda mitad del mes de febrero, tras recibir este martes la pertinente autorización de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).