Las acciones del Banco Santander se han hundido este viernes un 14,09%, hasta los 5,89 euros, tras anunciar el jueves una macroampliación de capital de 7.500 millones de euros, equivalente al 9,9% del capital de la compañía, para reforzar la solvencia, y la rebaja del dividendo de 0,60 euros anuales a 0,20 a partir de las cuentas de 2015 (aunque realizará tres pagos en efectivo y uno a través de scrip dividend, en lugar de los cuatro scrip dividend que entregaba hasta ahora). Hay división de opiniones entre los expertos, pero, en términos generales, coinciden en que el valor del Santander se verá golpeado a corto y medio plazo por estas medidas. No obstante, las nuevas estimaciones se sitúan en casi todos los casos ampliamente por encima del cierre de este viernes.
Prácticamente todas las casas de análisis han recortado sus precios objetivos tras conocer la noticia. El mayor ajuste lo ha realizado Exane BNP Paribas, que ha rebajado su valoración a 12 meses vista hasta los 6,2 euros, en línea con los 6,18 euros a los que el Santander ha fijado la ampliación de capital, que se limita a inversores institucionales y estará concluida el próximo martes. La entidad gala, además, recomienda ahora infraponderar en el banco cántabro.
Por su parte, Citigroup ha reducido de 6,7 a 6,5 euros el precio objetivo de la acción del Santander, con recomendación neutral. El mismo consejo da Credit Suisse, que sitúa su valoración en 6,6 euros, frente a los 7,1 euros anteriores. Nmas1, por su parte, la ha disminuido de 7,65 a 6,8 euros, Société Générale de 7,35 a 7 euros, y Oddo de 8,4 a 7,6 euros. El mayor competidor del Santander en España, BBVA, también ha recortado el precio objetivo, aunque hasta un nivel, 7,9 euros (frente a los 8,8 euros anteriores), que presenta un recorrido del 34% respecto a la cotización actual.
La francesa Natixis, por el contrario, ha recibido las decisiones de la entidad que preside Ana Patricia Botín con optimismo y ha mejora el precio objetivo de 6,30 a 6,60, euros, al tiempo que cambia su recomendación de vender a neutral. Bankinter, por su parte, en un análisis titulado "Banco Santander ha hecho lo que tenía que hacer", deja la puerta abierta a variar su valoración, situada hasta ahora en 8,20 euros. Para los analistas que dirige María Dolores Dancausa, la ampliación de capital tiene un impacto neto "positivo desde una perspectiva fundamental al anularse la principal debilidad del banco, pero desde una perspectiva de mercado la cotización sufrirá a corto plazo, tal vez en el entorno de -5% (este viernes ya ha caído un 4% adicional al 10% descontado por la ampliación), puesto que el precio de colocación ha sido superior al que nosotros habríamos esperado de una operación así". "Tiene a su favor -abunda- que se trata de una colocación acelerada y, por tanto, se realiza sin la emisión de derechos y entre inversores institucionales de forma muy rápida, lo que reducirá el retorno de papel al mercado".
Bankinter, no obstante, advierte de que "será inevitable el aumento de las posiciones cortas especulativas debido tanto al descuento aplicado en la colocación (del 9,9%) como a la fuerte reducción del dividendo, aspecto este que probablemente hará que aquellos accionistas que lo eran atraídos por la rentabilidad por dividendo se replanteen su permanencia en el valor". Sin embargo, agregan, su rentabilidad previa a la operación, superior al 8%, "no podía ser considerada como sostenible y, de alguna manera, transmitía el mensaje de que antes o después el Banco Santander tendría que reforzar su solvencia ampliando capital, de manera que esta operación no habrá sido ninguna sorpresa para casi nadie".
Para Bankinter, “el banco ha hecho lo que tenía que hacer” para mejorar su solvencia, aunque el coste sobre la cotización a corto plazo "es un peaje inevitable que tendrá que pagar en los próximos días". En todo caso, valora que la entidad roja haya cerrado las dos incertidumbres principales que tenía abiertas hasta hace sólo unos meses: la sucesión y la solvencia. El dejar resuelta la cuestión sucesoria y ahora suficientemente reforzada la base de capital “vale más”, en opinión de los expertos del banco naranja, que el sacrificio en el dividendo y "bien merece la pena que la cotización sufra un poco a corto plazo".
Victoria Torre, de Selfbank, estima que la evolución de la cotización del Santander "a más corto plazo va a depender de la política que lleve a cabo en Banco Central Europeo (BCE), que va a condicionar los costes de captación de pasivo por parte del banco y va a ser determinante para estimular el crecimiento del PIB en la eurozona". A largo plazo "dependerá de la evolución de la economía a nivel global, y es que no hay que olvidar que para el banco el negocio en España supone menos del 20% del total", añade.
Torre subraya que "en estos momentos su talón de Aquiles podría ser su negocio en Brasil, que ha sido precisamente lo que le ha salvado durante los años más duros de la crisis pero que ahora presenta muchas dudas por la delicada situación de la economía brasileña: un país que a día de hoy no crece, que tiene una inflación disparada, con riesgo elevado de depreciación de su divisa y que es además una región donde el banco está teniendo problemas con los reguladores".
En cualquier caso, a la experta le sorprende la "urgencia con la que se ha llevado a cabo la operación". Se ha optado por una colocación acelerada entre inversores cualificados, "un proceso mucho más rápido que una ampliación de capital común, que hubiera dado la opción a sus accionistas de vender los derechos en el mercado o de acudir a la ampliación desembolsando más dinero, lo que no hubiera diluido su participación en el banco", explica.
Con la nueva política de remuneración, la rentabilidad por dividendo va a pasar a ser del 3%, "un porcentaje más razonable que el 8,5% que presentaba antes y que era exageradamente alto (era prácticamente el más alto no solo entre los bancos europeos sino en general de todo el mercado de acciones europeo)", señala Torre.
Joaquín Robles, analista de XTB, considera, por su parte, que la rebaja del dividendo tiene "la parte buena" de que no tendrá que hacer cuatro ampliaciones de capital al año derivadas del scrip dividend, lo que "de cara al futuro ofrecer un mayor potencial". Sin embargo, tanto la ampliación como el cambio en la estrategia de dividendos "llega en una época de incertidumbres, con las elecciones de Grecia y el temor al efecto contabio, y la reunión del BCE del próximo 21 de enero", lo que abre "muchísimas interrogantes" para poder establecer un recorrido en el banco más allá de los 6,2 euros.