El presidente saliente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha mandado un mensaje claro a los políticos europeos: es su momento de salir al rescate de la economía, el BCE poco más puede hacer, y en especial a la canciller alemana Angela Merkel, a la que también ha presionado el Consejo Fiscal Europeo, adscrito a la propia Comisión Europea.
"¿Está mandando quizá un mensaje a los gobiernos diciéndoles que es su momento de entrar a batear y de que el BCE no acudirá para siempre a su rescate? Definitivamente sí", contestaba rotundo Draghi a la pregunta de un periodista en Fráncfort, después de afirmar que "los gobiernos con espacio fiscal deberían actuar de manera efectiva y oportuna".
Al hablar de "gobiernos con margen fiscal", Draghi se refiere a las economías de la zona euro que tienen superávit fiscal, es decir, que han ingresado más de lo que han gastado, como Luxemburgo (que tiene un superávit del 2,4% del PIB), Bulgaria (2%), Malta (2%), Alemania (1,7%), Países Bajos (1,5%) y Grecia (1,1%), entre otros.
De todos ellos, Draghi se dirige especialmente a Alemania, dado el peso que tiene su economía sobre el PIB europeo y el riesgo de caer en recesión que sobrevuela sobre el país, después de un segundo trimestre con una contracción del 0,1% en su Producto Interior Bruto (PIB).
"Seguimos pensando que la probabilidad de recesión en Europa es pequeña pero ha crecido. Se dice que Alemania está en recesión, o se prevé una recesión, o está a punto de entrar en recesión. Es el momento entonces de aplicar acciones efectivas y oportunas en el lado fiscal", señala Draghi, invitando a Merkel a ampliar el gasto público o bajar los impuestos del país para estimular su economía doméstica y, con ella, la del resto del continente.
El Consejo Fiscal Europeo propone cambiar las reglas
Reconoció, no obstante, que hay que ser "humilde" al hacer recomendaciones a un gobierno sobre lo que debe o no debe hacer. "Sabemos que hay dificultades específicas en muchos países".
Por primera vez, el tirón de orejas no se lo llevan únicamente los países con abultados déficit públicos, como España (-2,5% del PIB a cierre de 2018), Francia (-2,5%), Rumanía (-3%) o Chipre (-4,8%), a los que el presidente del BCE también llamó la atención.
"Todos los países deberían reforzar sus esfuerzos para lograr una composición de las finanzas públicas más favorable al crecimiento"
En esta misma línea se ha manifestado el Consejo Fiscal Europeo, que ha entregado una propuesta a la Comisión Europea en la que propone una simplificación de los objetivos fiscales para los países de la UE y una serie de medidas destinadas a homogeneizar las políticas fiscales.
"Los países con altos niveles de deuda se comprometerán a reducirla, y de forma simétrica los países con bajos niveles de deuda se comprometerán a incrementar su gasto gubernamental asociado al impulso del crecimiento, en particular aquellos que tienen superávit en su balanza comercial", señala el Consejo. Alemania tiene un nivel deuda por debajo del 60% del PIB.