El Gobierno ha dejado zanjado antes de las vacaciones su mediático examen a la oferta del fondo australiano IFM por el 22,6% de Naturgy, valorado en 5.000 millones de euros. El resultado ha sido: "Aprobado, pero con condiciones". Una nota, que según fuentes cercanas a IFM, deja satisfecho al pretendiente de la energética que preside Francisco Reynés.
El fondo australiano se pronunciará de manera oficial esta semana para valorar detalladamente esta luz verde de Moncloa que se esperaba para finales de mes o principios de septiembre. Naturgy, como parte afectada, tampoco ha decidido pronunciarse sobre este paso clave en esta operación que lleva marcando su agenda todo 2021.
Las condiciones han estado en la línea de lo esperado por el mercado. También han estado a la par de las intenciones de CriteriaCaixa, máximo accionista de Naturgy, cuando anuncio sus intenciones tanto de mantenerse en la compañía como de elevar su participación hasta cerca del 30% de la energética.
IFM atado hasta 2026 en Naturgy
IFM revelará al mercado su opinión sobre que, hasta cinco años después de liquidarse la operación, debe apoyar todas aquellas inversiones de la compañía energética destinadas a la transición ecológica en España. El fondo deberá utilizar tanto su voto en la junta de accionistas como en el consejo de administración, donde aspira a obtener dos consejeros, para apoyar la inversión en “proyectos vinculados a la transición energética en España que contribuyan a generar valor a largo plazo, sean sostenibles y se ajusten a los estándares de mercado en rentabilidad y perfil de riesgo".
Otra pata que defendió CriteriaCaixa es la defensa de “la españolidad” de Naturgy. Y el Gobierno ha insistido en ello. IFM no debe poner trabas para que la energética mantenga su sede social en España, tampoco debe incitar a ningún ajuste de plantilla de la empresa tras el éxito de la OPA.
El Ejecutivo tampoco quiere que el fondo australiano busque en estos cinco años absorber todo el beneficio de esta empresa estratégica. Por ello, le exige en su operación que apueste por una política de dividendos "prudente” para que la empresa pueda invertir en la transición energética. La estrategia de endeudamiento que defienda IFM en Naturgy deberá estar alineada con mantener su calificación crediticia de grado de inversión y que se cumplan con los niveles exigidos por la CNMC.
Defensa de los canales de distribución
El Consejo de Ministros le obliga a no respaldar ninguna venta que no esté incluida en el reciente plan estratégico de Naturgy 2021-2025. En concreto, no podrá respaldar desinversiones que impliquen la desaparición de filiales "que puedan poner en peligro el buen funcionamiento de las actividades de transporte y distribución de energía eléctrica y gas natural en España".
Pese a estos requisitos, IFM celebra el paso de Moncloa. El siguiente en pronunciarse será la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que todo apunta a que irá en la misma línea que el Gobierno. Y ya llegará el turno de saber si los australianos han convencido a, como mínimo, el 17% de los accionistas de Naturgy.