Naturinvest, el segundo accionista de la cadena de supermercados DIA con algo más del 3%, ha solicitado al resto de los minoritarios que acudan a la ampliación de capital aprobada por la empresa a finales de mayo "en la medida de sus posibilidades".
En un comunicado hecho público este miércoles, Naturinvest, la sociedad controlada por el inversor francés Gregoire Bontoux, explica que es la única manera de mantener aproximadamente un 25% en manos de los minoritarios, para que "todavía pueda mantenerse cierto control en la gestión que, de otra manera, será ya muy difícil plantearse". En el texto, la sociedad recalca que "está estudiando todas las opciones que, desde un punto de vista legal, se puedan abrir tras la conclusión de la operación de ampliación de capital".
A finales de mayo, DIA aprobó la ampliación de capital de 1.028 millones de euros anunciada en noviembre y promovida por el accionista mayoritario de la compañía, LetterOne, L1 (74,8 %), que controla el magnate ruso Mijail Fridman. Ya en ese momento, accionistas minoritarios de la compañía de supermercados como la propia Naturinvest o Western Gate (2,18%) consideraron que la ampliación les perjudicada, diluyendo su participación.
Ahora, la sociedad que dirige Bontoux trata de llamar a la agrupación de estos minoritarios, que entre todos ostentan cerca del 25% de DIA, para tener cierta capacidad de movimiento y decisión.
"Conviene recordar que, en esta ampliación, tal como la ha diseñado DIA, de la mano de su accionista de referencia L1, van a ser esencialmente los accionistas minoritarios quienes deben aportar liquidez, pues L1 se ha reservado el derecho a acudir, a su conveniencia, solo si alguna parte destinada a los minoritarios ha quedado desierta tras el periodo de suscripción preferente, y todo ello en un contexto en el que, desde el anuncio de la ampliación, las acciones se han desplomado en más del 50% de su valor, causando un perjuicio innecesario al accionista minoritario", explica Naturinvest en su comunicado.
En el mismo, la sociedad califica de "cuestionable" que los directivos de la compañía española envíen "mensajes confusos en un momento tan trascendental como una ampliación de capital". "Por un lado, obliga al accionista minoritario a hacer un esfuerzo considerable si no quiere tener una dilución desmesurada, pero a la vez ahuyenta a los inversores con una corrección de resultados en plena ampliación de capital y advierte de que la implementación del plan de negocio también corre peligro si no acuden los minoritarios", explica.
En menos de una semana, el próximo 27 de julio, termina el plazo para la ampliación de capital, que consta de dos tramos. El primero, de 769,2 millones de euros que será suscrito por Fridman a través de la capitalización de créditos que DIA le adeuda; el segundo, de 258,6 millones de euros, está a disposición de los minoritarios.