Otra forma de sacar de balance activos tóxicos es entregar las viviendas a los ayuntamientos para que éstos los entreguen después a los ciudadanos más desfavorecidos. Es un claro 'win-win' entre instituciones y entidades, pero que no siempre llega a buen puerto. En el caso del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife parece que sí habrá final feliz.
Este miércoles, el consistorio canario se reunió con representantes de Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia y Caja Siete para solicitar al menos unas 75 viviendas para destinarlas a alquiler social, unas 15 por cada entidad. A este respecto, los bancos han dado su visto bueno a la medida, pero han insistido en que será complicado conseguir llegar a esa cifra puesto que hay muy pocos activos vacíos en la capital tinerfeña.
No obstante, fuentes conocedoras de las negociaciones consultadas por Vozpópuli, se han mostrados muy optimistas porque aseguran que el ayuntamiento tiene capacidad económica suficiente como para que las futuras conversaciones lleguen a buen puerto.
Los encargadados
Las reuniones las está liderando la concejala responsable Instituto Municipal de Atención Social (IMAS) y de Vivienda, Marta Arocha. Y en el caso de los bancos José Ángel Ramos, director de zona de Tenerife de Bankia; José Reyes del Castillo, director de Relaciones en Tenerife de BBVA; Miguel Chinea, director del Centro de Instituciones de CaixaBank; Domingo Luis Martín García, responsable de Instituciones en Santa Cruz de Tenerife de Santander; y Juan Francisco Cabrera, gerente de Inmuebles de Caja Siete.
El IMAS cuenta con recursos económicos suficientes para ayudar a las familias que lo necesiten a pagar el alquiler, pero no hay viviendas, y es ahí donde se necesita la colaboración de las entidades bancarias para crear una bolsa con todas las garantías de pago. Esta institución busca viviendas de cualquier tamaño, con cualquier número de habitaciones y ubicados en cualquier punto del municipio de Santa Cruz de Tenerife.
