OHL cifra en 130 millones la parálisis que ha provocado el coronavirus en sus ingresos. La compañía que dirige José Antonio Fernández Gallar y que ya controla la familia Amodio ha revelado que a sus inversores en sus cuentas del primer semestre que ha golpeado con fuerza a su facturación. Finalmente, este dato se ha situado en 1.104 millones y supone una caída del 1,7%.
Pero la pandemia tiene un segundo golpe en sus cuentas. El resultado bruto de explotación (Ebitda) ha sufrido un recorte que ronda los 25 millones de euros, según reconocen. Una cifra significativa si se tiene en cuenta que su Ebtida de los seis primeros meses del año se ha situado en 15,2 millones y el 'hachazo' frente al mismo período de 2019 se sitúa en un 52,9%.
"El efecto de la pandemia impacta en mayor medida a nivel de EBITDA y del beneficio antes de intereses e impuestos (EBIT), ya que, a pesar de mantener una cifra de negocio en los mismos niveles, han existido paralizaciones parciales o totales en las regiones ya mencionadas, así como al efecto de los costes directos e indirectos incurridos que no han podido trasladarse a los diferentes clientes", explican desde OHL.
El impacto del coronavirus en sus cuentas surge a través de los contratos vigentes con sus clientes, que en la mayor parte de ellos no contemplan cláusulas de fuerza mayor
La construcción ha sido su línea de negocio más afectada, con España y Latinoamérica como sus mercados más castigados. Un lastre que afirma haber compensado con "el incremento de la actividad en Estados Unidos".
Su cartera total a 30 de junio de 2020 asciende a 4.962,5 millones de euros con Europa ocupando el 43,3%, Estados Unidos con el 36,4% y Latinomerica con un 18,4%. "Se espera que la reactivación que estamos experimentando en este segundo semestre de 2020, revierta la ralentización de las licitaciones de la primera mitad de año", matizan.
Negociaciones futuras
OHL confía en poder recuperar parte del terreno perdido en el futuro. El impacto del coronavirus en sus cuentas surge a través de los contratos vigentes con sus clientes, que en la mayor parte de ellos no contemplan cláusulas de fuerza mayor y por tanto no conlleva una compensación inmediata por el acontecimiento acaecido.
"No obstante, las negociaciones en el futuro podrían dar compensaciones y se reconocerían los ingresos en el momento que sea altamente probable su conversión en efectivo", detallan a sus inversores. Las principales negociaciones se centraran en España. El impacto de las actividades en España ha sido significativo. Con problemas de suministros, únicamente el 57% del total de los proyectos de OHL se pudieron poner en marcha.
Debido el estado de alarma en España, la empresa firmó un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para 1.300 trabajadores con una duración cercana a los tres meses. Durante el mismo periodo, la alta dirección tuvo una reducción salarial del 50%, que fue para el resto de directivos y gerentes del 30% y del 20% para los miembros del Consejo de Administración.