Por otro lado, reducir las aportaciones individuales a tan sólo 1.500 euros ha provocado que los ahorradores hayan dejado de depositar 4.000 millones en sus respectivos planes de pensiones, según critica el presidente de Inverco. La patronal avisa de que la última reforma realizada por el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha provocado un roto en el pilar 3 (aportaciones de los ahorradores) y no ha conseguido hacer crecer el pilar 2 (aportaciones de las empresas).
Ángel Martínez-Aldama, presidente de Inverco, considera que se ha realizado una "reforma drástica no pensada desde un punto de vista lógico" porque hay que potenciar el segundo pilar "sin destruir el tercero". Marínez-Aldama asegura que la pérdida de 4.000 millones es aún más trágica porque no se ha canalizado ni un solo euro nuevo por parte de las aportaciones de las empresas.
A esto hay que sumar que los fondos de pensiones han sufrido una caída del patrimonio de 10.900 millones de euros en el primer semestre del año, lo que supone un recorte del 8,52% si se compara con el cierre de 2021, según los datos de la misma patronal.
El patrimonio de los fondos de pensiones, como norma general, tiene una tendencia ascendente y en muy pocas ocasiones se ha visto reducido. Sólo en dos ocasiones de la serie histórica ha perdido tamaño. La primera de ella fue durante los años más duros de la crisis financiera (desde 2008 a 2012) y también en 2018. Aunque en estas fechas se produjeron descensos en el capital, jamás se ha visto una salida tan brusca como en este ejercicio.
El patrimonio de los fondos de pensiones en España se sitúa en los 117.094 millones de euros, según los últimos datos de la patronal. A cierre de 2021, esta cifra ascendía hasta los 123.600 millones de euros. La mayor caída la registran los fondos de pensiones individuales, de los que salen 8.199 millones de euros. A este le siguen los fondos de empleo, con 2.625 millones y los asociados, con 77.600 millones.
Los planes de pensiones
Los planes de pensiones fueron regulados por ley en junio de 1987, con un límite de aportación individual con derecho a deducción fiscal de 500.000 pesetas de entonces (3.000 euros). En su primer año de funcionamiento efectivo, 1989, consiguieron 318.000 partícipes, que se multiplicaron por tres en 1992 y por diez, en 1999. Y es que, en aquellos años, un producto inédito ofrecía beneficios fiscales a las aportaciones de 750.000 pesetas (4.500 euros) en 1992; de 1,1 millones de pesetas (6.600 euros) en 1998.
A partir de 2003, los incentivos para las suscripciones de estos planes fueron creciendo gobernara el partido político que fuera elegido. Se llegaron a beneficiar fiscalmente las aportaciones de 8.000 euros en general, más 1.250 euros por cada año que se cumplía a partir de los 52, con un máximo de hasta 24.500 euros en el caso de las personas de más edad.