Economía

Perfil del pensionista español: 72 años y una pensión de 1.000 euros

Este perfil cambiará considerablemente en el futuro por el progresivo envejecimiento de la población y la caída de las pensiones que se va a producir por la plena entrada en vigor de las últimas reformas.

  • Anciano.

El pensionista medio en España tiene 72 años y cobra una prestación de poco más de 1.000 euros. Así se desprende de la última estadística del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, publicada el pasado jueves. Pero lo cierto es que este perfil va a cambiar y mucho durante los próximos años, debido al progresivo envejecimiento de la población y la caída que inevitablemente sufrirán las pensiones con la entrada en vigor plena de las últimas reformas.

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Y es que estas reformas, la que hizo primero el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y la que hizo después el de Mariano Rajoy, pueden evitar la quiebra del sistema, pero a base de contener el gasto y sin aumentar los ingresos. Esto, según los expertos, se va a traducir, queramos o no, en una caída drástica de las pensiones en el futuro si no se hace nada para remediarlo.

Hace solo unos días, el presidente de la Autoridad Fiscal, José Luis Escrivá, dijo en la Comisión del Pacto de Toledo que las prestaciones perderán, nada más y nada menos, que siete puntos de poder adquisitivo de aquí a 2022. Y el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, fue incluso más pesimista y dijo que las pensiones caerán aunque mejoren los ingresos. Y es que, a su parecer, es necesario que las pensiones bajen para que el sistema sea sostenible.

El gasto en pensiones volvió a marcar una cifra récord en febrero al sumar 8.660 millones

¿Pero realmente tienen que bajar? Lo cierto es que, si atendemos a la última estadística, el gasto en pensiones no para de crecer y marcar máximos. En febrero llegó a 8.660,6 millones, un 3,03% más que en el mismo mes de 2016. Es cierto que en los años previos a la crisis subía a un ritmo del 8% pero, tras unos años de contención, lleva ya 10 meses incrementándose a un ritmo del 3%.

¿Y cómo están las pensiones? La pensión media de jubilación tampoco ha parado de crecer durante estos años. En febrero se situó en 1.057,08 euros al mes, un 2,07% más. Lo cierto es que, si analizamos las cifras del Ministerio de Empleo, este tipo de pensiones han crecido un 45% en diez años. ¿Por qué? Porque la gente que se jubila ahora ha desarrollado carreras laborales más largas y cobrando sueldos más altos. Esto hace que cada vez haya más gente con derecho a cobrar la pensión máxima.

Pero las dos últimas reformas se han encargado de frenar esta situación. Se ha retrasado la edad legal de jubilación, se han aumentado los requisitos para acceder a la pensión máxima y se han limitado las prejubilaciones. Todo eso se hizo en la primera reforma, la del gobierno de Zapatero, y va a tener cierto efecto en el gasto del sistema. Pero el plato fuerte es la reforma de Rajoy.

La caída de las pensiones

Esta segunda reforma hizo que las pensiones dejaran de actualizarse en función del IPC y las ligó a un nuevo índice de revalorización con un máximo y un mínimo. Según algunos expertos, como Fedea, este índice va a hacer que las pensiones permanezcan casi congeladas hasta el año 2060. Y esto sí que va a reducir mucho su cuantía y, sobre todo, su poder adquisitivo.

Además, se creó el factor de sostenibilidad, que no entrará en vigor hasta el año 2019 y que sirve para corregir el efecto de una mayor esperanza de vida y el llamado factor de equidad intergeneracional. Muchos expertos avisan de que la entrada en vigor de este factor va a ser una de las claves de la reducción que se espera de las pensiones si no se hace nada para remediarlo.

De hecho, si se cumplieran las previsiones de los expertos y la pensión media cayera un 40%, pasaría de los actuales 1.050 euros a 630 euros, una cantidad del todo insuficiente para vivir en España. Por eso muchos sectores de la sociedad reclaman cuanto antes una reforma completa del sistema capaz de hacerlo sostenible garantizando unas prestaciones dignas para los ciudadanos.

Además, aunque el sistema pueda evitar la quiebra, parece que los ajustes no serán suficientes para hacer frente al tremendo reto demográfico al que se enfrenta España. La población activa, la que financia las pensiones, no dejará de caer en los próximos años, mientras que el número de jubilados prácticamente se duplicará en los próximos 50 años. No cabe duda de que algo hay que hacer.

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