Sábado 30 de noviembre. Ésa es la fecha que han trazado los bancos para que haya un documento de convenio de refinanciación de Pescanova. Será entonces cuando haya una estimación del porcentaje de quita y capitalización de la deuda, así como del tamaño que pueda tener la futura ampliación de capital. Un paso más en la hoja de ruta que fijaba crédito de urgencia, plan de viabilidad de PWC, refinanciación, contratación de CEO, venta de activos, ampliación de capital…
Este último apartado es relevante, y es para lo que principalmente ha sido contratado el banco de inversión Lazard. El bróker debe localizar inversores que quieran entrar parte en lo que podría llamarse Pescanova II, toda vez que parece claro que estarán Demetrio Carceller y su family & friends, así como Mercadona.
Pero tocará amarrar, ya que lo que parecía casi un puro trámite, ahora no se ve tan sencillo: Carceller tendrá que dedicar tiempo a solucionar sus contenciosos con la Justicia, así como hacer frente a una fuerte fianza.
Así, el reflotamiento de Pescanova podría llegar también con inversores fuera de la órbita de los grandes inversores alimentarios de España, incluidos los celebérrimos fondos buitres u oportunistas.
Coto endogámico
Pero los grandes nombres del sector alimentario parecen un coto engogámico: los Carceller (Grupo Damm) coinciden con los alemanes de Oetker en la propia Dmm, Ebro Foods y podría ser en la futura Pescanova. Por su lado, en Ebro están los arroceros Hernández Calleja, con Carceller-Oetker... y los March. Completa el repóquer Sol Daurella (Casbega) en el consejo de Ebro.
Con una pica clavada en Pescanova, no falta quien apunta que esta conjunción de inversores vería con buenos ojos ampliar posiciones. Es recurrente el rumor de desembarco en Deoleo una vez tenga más claro su horizonte financiero, con lo que se unirían el líder mundial en arroz y pastas con el aceitero. ¿Podría acabar la futura Pescanova en sus manos?
Ahora, estas quinielas están algo más frías. La empresa gallega debe lograr una refinanciación sobre la que el pool bancario español reconoce a día de hoy que tanto Deutsche Bank como Rabobank, los principales acreedores internacionales, mantienen una posición dura y no están por la labor de capitalizar.
Perdonar, tragar y poner
Y las entidades financieras saben que les toca perdonar (quita de parte de la deuda), tragar (capitalización de parte)… y poner. No en vano, PWC ha apuntado que Pescanova necesita otros 185 millones para continuar su andadura, una vez se consuma la línea de liquidez urgente concedida este verano para que la compañía mantuviera su actividad ordinaria.
Con esos 185 se lograrían tranquilidad para el circulante de algo más de un año, periodo en el que se debería acometer la reestructuración de la compañía. No en vano, PWC ha señalado que hay 10 millones de euros en posibles ahorros, sin especificar mucho más, en su informe.
De momento, para que continúen cumpliéndose las etapas de la hoja de ruta, el 30 de noviembre deberá haber una propuesta de convenio más que sólida.