El aceite de oliva, el protagonista de la crisis inflacionista. El denominado por todos 'oro líquido' ha pasado de ser una esencial en cualquier cocina, a brillar por su ausencia. Y no es para menos. La tendencia alcista ha provocado que se dispare en septiembre un 67% respecto al mismo mes de 2022, batiendo récords tras experimentar su mayor subida interanual en las últimas dos décadas. Un hito que se está notando en los bolsillos de la ciudadanía y, en especial, en la economía de los agricultores que ven con melancolía su caída al vacío.
Una realidad que los datos avalan. Desde marzo de 2021, fecha en la que el IPC dio luz verde a su incremento descontrolado, hasta septiembre de 2023, el precio del aceite de oliva se ha encarecido casi un 140% y todo indica a que seguirá creciendo con intensidad. Según los datos extraídos del INE, durante el mes de septiembre aumentó un 10,1% con respecto al mes de agosto.
¿Cómo ha llegado el aceite de oliva a rozar los 10 euros por una botella de un litro? Los propios agricultores apuntan que la sequía y las pésimas condiciones meteorológicas han sido los desencadenantes de la degradación y de la inflación del AOVE. Todo esto, sumado a una cosecha a contrarreloj y sin planificar, ha provocado por segundo año consecutivo que no se hayan alcanzado las estimaciones de producción necesarias para poder abastecer tanto a España, como a los países vecinos.
Una inflación que la Unión Europea también ha experimentado, aunque en menor medida. Según Eurostat, portal oficial de la Unión Europea, "en septiembre de 2023, el precio del aceite de oliva era un 75% más alto que en enero de 2021". Un hecho anómalo teniendo en cuenta que en enero de 2022 los precios se consideraban elevados al estar un 11% más altos que el mismo mes del año anterior. Aun así, el encarecimiento ha sido menos pronunciado en la UE que en España.
El aceite de oliva sube más en España que en la UE, a pesar de ser el primer exportador mundial
El mayor exportador del mundo y el país donde el precio del aceite de oliva más ha aumentado. Los datos de Eurostat demuestran que el precio del aceite de oliva de septiembre de 2021 al mismo mes de 2023 subió un 75,32% en la Unión Europea.
Un hecho que preocupa, pero que en líneas generales es entendible teniendo en cuenta las trabas que han tenido los agricultores para sacar adelante la cosecha de este año y la escasez de existencias del 'oro líquido'; sin embargo, lo realmente reseñable es la diferencia abismal que existe entre los países miembro de la Unión Europea y España.
A nivel nacional, el incremento ha sido más pronunciado que en la Unión Europea, siendo este de un 138,18%. Evidentemente, lidera no solo la escalada del IPC en cuanto a subida acumulada se refiere, sino que es el país europeo donde el aumento es más notorio. La lista la completa Portugal, con un 90,37% en dos años, y Grecia con un 68,64%.
¿Cómo puede ser que, siendo el máximo exportador de aceite de oliva, España registre la máxima subida? El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación explica que nuestras exportaciones implican el 65% de la comercialización del aceite de oliva: "España es el primer exportador mundial de aceite de oliva. Sus exportaciones suponen en torno al 65% de su comercialización total. El aceite de oliva representa el tercer producto agroalimentario más exportado por nuestro país, con más de 150 países de destino y una balanza comercial favorable que contribuye al saldo positivo del conjunto del sector agroalimentario".
La propia Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha querido profundizar sobre el porqué el aceite de oliva es más caro en España que en la Unión Europea. "Resulta muy sorprendente que España, líder en el sector, tenga unos precios más elevados que los demás países mediterráneos", explica la entidad.
Y es que en el estudio que realizaron concluyeron que, en primer lugar, no se debe a una cuestión del origen del aceite o del tipo, ya que se compararon los precios del distribuidor, no los precios que se manejan en los diferentes países europeos. Por si fuera poco, en cuanto a las cosechas y sus malos resultados la OCU asevera que "el aceite que está vendiéndose se pagó a precios normales en almazara: el aceite de la última cosecha, más escasa y como tal más cara, no saldrá a la venta hasta noviembre".
La última x de la ecuación son los impuestos; sin embargo, se comparó la cantidad de dinero que se paga a la Administración y no hay una variación destacable. Es más, el IVA del aceite de oliva en España está al 5%, frente al 5,5% en Francia, o el 6%, antes de la rebaja, en Portugal. Para terminar, el impacto del aceite de girasol no es significativo, ya que el aceite de oliva siempre tiene un precio más elevado que el anteriormente nombrado.
¿Hasta qué punto el aceite de oliva seguirá siendo un bien solo accesible para ricos? ¿Sufrirá una bajada de aquí a unos meses? ¿Mejorará la situación de los agricultores con las ayudas de la PAC y las subvenciones de la Unión Europea? Un mar de incógnitas que engloba la realidad del gremio, el cual observa, como si de un paso fúnebre se tratase, su vaivén entre la escalada de precios, la escasez de litros de AOVE y el adiós de los campos de españoles tal y como los conocíamos.
ferwick
una botella de aceite de una conocida marca española, en Bélgica cuesta tres euros... luego le echamos la culpa a la guerra de Ucrania
jgarejula2
Precios descontrolados con el visto bueno del desgobierno que así recauda más por el IVA del aceite y de los alimentos en general. Y lo hace de consuno con los bancos porque estos tienen intereses en las cadenas de distribución, que son las que están haciendo el agosto, no los agricultores.
Orgullo Castellano
Y luego los andaluces dicen que piensan en España, piensan en su dinero, como todos los empresarios.