Las expectativas de una moderación de los precios de la electricidad por efecto de la abundancia de lluvia y viento se están viniendo abajo con estrépito. El mes de mayo cierra con un espectacular incremento del 16,5% en el mercado mayorista en relación con los precios medios registrados justamente doce meses antes. Pero lo peor es que las señales que emite este mercado apuntan a incrementos aún mayores, hasta el punto de que 2018 podría marcar los registros más elevados de los últimos 20 años.
El precio medio correspondiente a mayo rozó los 55 euros por megawatio/hora, casi ocho más que el registrado en el mismo mes de 2017, un año en el que el coste de la electricidad estuvo en boca de todos, especialmente por las alzas que se dieron en las primeras semanas del mismo.
Por entonces, el Gobierno atribuyó este comportamiento a determinados factores que en 2018 no se están dando o, al menos, no con tanta intensidad. Entre ellos, la escasez de lluvia y viento, que provocaba una menor producción con energías renovables, fuentes baratas, y que el sistema tuviera que recurrir a las plantas térmicas y a los ciclos combinados.
También se mencionó el parón de varias centrales nucleares en Francia, que derivó en un incremento de las exportaciones al país vecino que terminó por presionar al mercado. Un invierno algo más frío de lo habitual completaba lo que entonces vino a describirse como una tormenta perfecta a favor de los altos precios de la energía.
Cambio de condiciones
Sin embargo, los cinco meses que han transcurrido de 2018 se han caracterizado por una elevada actividad eólica y una pluviosidad que hacía tiempo que no se registraba. Así, la producción con renovables entre enero y mayo ha representado un 46,4% del total, ocho puntos porcentuales por encima de la que se dio en el mismo periodo de 2017. Las temperaturas se han moderado y la normalidad ha vuelto al panorama nuclear francés.
Pese a todo ello, el precio de la electricidad en el mercado mayorista se ha disparado en mayo, en un movimiento que no ha hecho sino confirmar una tendencia que ya venía de atrás. De hecho, si se toma como referencia el bimestre abril-mayo, la subida en relación con el mismo periodo del pasado año está próxima al 8%.
En lo que va de año, los precios medios de la electricidad se encuentran un 5% por debajo de los registrados en 2017. Pero en enero la diferencia a la baja superaba el 30%, proporción que se mantuvo al cierre de febrero. Es decir, en apenas tres meses se ha reducido a una sexta parte el descenso marcado en las primeras semanas del ejercicio.
Así, el barómetro energético que elabora la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE) llama la atención sobre la evolución alcista de los precios en el mercado de futuros, en los que se están marcando diferencias superiores al 30% respecto a países del entorno como Alemania. La estimación del barómetro apunta a que si la evolución del mercado al contado se mantiene con los parámetros registrados hasta ahora y la cotización de los futuros se mantiene (han experimentado subidas en el entorno del 15% desde que comenzó 2018), el precio medio la electricidad se situaría al cierre del año en 58,3 euros por megawatio/hora, lo que supondría la cota más elevada desde 1998.
El parón nuclear en España
Cabe tener en cuenta que el impacto en el recibo de la luz es inferior, toda vez que el peso de este mercado en la factura se sitúa en el entorno del 40% (el resto son impuestos y los llamados peajes, congelados desde hace unos años, lo que amortigua la subida). No obstante, el tirón del mercado mayorista se dejará sentir en el recibo como ya ha anticipado el dato adelantado de IPC de mayo, que refleja una subida del 2% con la luz como uno de sus grandes protagonistas.
Mientras, el Ministerio de Energía ha achacado este comportamiento del mercado a los precios de los derechos de emisión de CO2 y a la situación anómala de contar con tres centrales nucleares paradas (dos por motivos de recarga de combustible y una por problemas técnicos).
