El precio de la vivienda terminada -nueva y usada- en España se encareció en julio un 4,5% interanual, por encima del 2,5% contabilizado el mes previo, según un estudio de Tinsa
La estadística 'Tinsa IMIE General y Grandes Mercados', divulgada este lunes por la sociedad tasadora, detalla que el valor medio de la vivienda terminada se ha recuperado un 14,9% desde febrero de 2015.
Las comunidades donde más se encareció la vivienda fueron Baleares y Canarias, donde la subida de precios fue del 7,1%. También subieron los precios por encima de la media en las capitales y grandes ciudades, con una subida interanual del 5,1%, mientras que en los municipios más pequeños el incremento fue del 4,3%.
Las áreas metropolitanas registraron en julio un aumento del 3,4% en su precio medio respecto a un año antes. Por su parte, la costa mediterránea mantiene la tendencia de los últimos meses y muestra un modesto crecimiento interanual del 1,2%.
La recuperación progresiva del mercado residencial elevó hasta el 15,6% el incremento del precio medio de la vivienda terminada en España desde el nivel más bajo alcanzado en la crisis. Las capitales y grandes ciudades destacaron como el grupo donde más se ha recuperado la vivienda desde que el precio en este tipo de poblaciones tocó suelo en mayo de 2015, con una subida del 24,8%. Le sigue de cerca el grupo formado por Baleares y Canarias, que anotaron un 22,8% desde su nivel más bajo.
Por debajo de la media, el precio medio en la costa mediterránea se incrementó un 14,6% desde el mínimo, algo por encima del 13,5% de las áreas metropolitanas. Las localidades más pequeñas mostraron una evolución más moderada, con un crecimiento del 6,6% desde su mínimo, que se alcanzó más tarde que en otras zonas (concretamente, en junio de 2017).
Pese a la recuperación experimentada, el precio medio de la vivienda terminada arrastra una caída acumulada desde los precios máximos que alcanzó antes de la crisis. Esta caída es del 33,7%. En las capitales y grandes ciudades la bajada es del 33,3%, mientras que en las áreas metropolitanas y en la costa mediterránea la brecha respecto a máximos del ciclo anterior es superior (un 39,3% y un 43,9%, respectivamente). En Baleares y Canarias la diferencia respecto a máximos se reduce al 19,6%.