Prosegur logró un beneficio neto de 81 millones de euros entre enero y junio, el 6,6 % menos que en el primer semestre 2017, con un retroceso de las ventas del 5,5 %, hasta 2.011 millones, lastradas por los tipos de cambio, ha informado hoy la compañía de seguridad privada.
En términos orgánicos, las ventas repuntaron el 8,4 %, según Prosegur, cuyo resultado bruto de explotación (ebitda) mejoró el 1,4 % y se situó en 251 millones.
Los ingresos de la actividad de seguridad bajaron el 4,2 % (996 millones), los de gestión de efectivo el 8,4 % (883 millones) y los del negocio de alarmas cayeron el 6 % (132 millones).
En la presentación remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Prosegur destaca la "fuerte resistencia del negocio, pese al impacto de los tipos de cambio" y que todas las líneas de negocio continúan mostrando un desarrollo positivo.
Además, avanza su intención de expandirse en "nuevas geografías" y de entrar "en nuevas líneas de actividad"
En 2017, las cuentas del grupo se vieron lastradas por la reestructuración societaria acometida para la salida a Bolsa de su filial de gestión de efectivo, Prosegur Cash.