La llegada de Puig al parqué, el pasado día 3 de mayo, supuso el mayor impulso para las grandes salidas a bolsa, aunque han sido muchos los que han criticado dos aspectos concretos de su llegada: que solo se tratara de una colocación institucional y que las acciones cotizadas no tengan derecho de voto. Aun así sigue siendo un hito, para el mayor estreno bursátil desde la llegada de Aena al mercado bursátil español en 2015.
Y si su estreno estuvo caracterizado por el enfriamiento de sus acciones, tras un comienzo en el que, intradía llegó a subir hasta un 6%, ahora la gran pregunta que se plantea el mercado, es si un activo con una capitalización de 15.365 millones de euros, debe seguir en el Mercado Continuo, o dar su salto, con menos de un mes de vida bursátil, a la liga mayor, la que se juega en el Ibex 35.
Ya sabemos que debe cumplir varias características fundamentales, en liquidez, capitalización y volumen. Vamos a comprobar, si el valor, que lleva acumulado en estas 12 sesiones bursátiles de vida un avance en el Mercado Continuo del 5,3% está preparada para cotizar en el selectivo español.
Desde iBroker, el analista Antonio Castelo nos indica que "técnicamente Puig tiene todas las condiciones para formar parte del índice selectivo de la bolsa española. Las tenía antes de salir a cotizar y prácticamente dos semanas después de iniciar su aventura bursátil, sus cifras corroboran esta posibilidad y los números lo avalan, después de dos semanas como cotizada".
Y señala que "dos requisitos importantes, tamaño y volumen de negociación, son sobradamente cumplidos: Por capitalización estaría entre los veinte mayores valores y entre los veinticinco más negociados".
En concreto, se colocaría en capitalización en el número 15, por detrás de Repsol pero por encima de ACS. IAG (Iberia) e incluso, Banco Sabadell.
Además se da la circunstancia de que su incorporación al Ibex 35 podría llevarse a efecto en breve. El 12 de junio hay una reunión de las habituales cada trimestres del CAT, el Comité Asesor Técnico del Ibex 35. Sin embargo, en esta primera ocasión sería demasiado pronto para que se incluyera en ella.
Tal y como nos indica desde iBroker, Antonio Castelo, "para la próxima reunión del Comité Asesor Técnico del Ibex, que está programada para el próximo día 12 de junio no cumpliría con el número mínimo se sesiones cotizadas, aunque cumpliendo con los dos primeros criterios, podría plantearse la excepción a criterio del Comité".
Para la analista fundamental de Estrategias de Inversión, María Mira, "Puig se estrenó el 3 de mayo, parece muy apresurada su entrada, aunque por norma no se puede descartar completamente. Es cierto que entraría vía una excepción, al no cumplir ni 6 meses como compañía negociada, ni un tercio de ese tiempo, pero sí vía capitalización entre las 20 mayores del selectivo. Me parece mucho afinar, más en una reunión que suele ser de seguimiento, la de marzo. No veo la prisa."
Señala además que "Puig todavía está pendiente de realizar el "Green shoe", ese último paquete reservado para los colocadores, después del que se supone que la familia Puig se quedará con el 71.7%. Todavía quedan flecos por tanto y yo diría que está en fase de estreno, como para entrar ya en el IBEX 35".
Antonio Castelo considera desde iBroker que "lo que ocurre es que, hasta ahora, en las más recientes admisiones a negociación, esa excepción no se ha planteado. Bankia consiguió entrar en el Ibex dos meses después de comenzar a los dos meses, Aena en cuatro meses y DIA tardó cinco meses".
María Mira, sí marca precedentes. "Aena, se estrenó en febrero de 2015 y entró en reunión de junio de ese mismo año, saltándose precisamente la de marzo; Bankia salió al mercado en julio de 2011 y entró en el selectivo en septiembre y también Dia se estrenó en julio y entró en diciembre del mismo año. Todos rápidos, pero no tanto".
La analista fundamental de Ei avanza que "no veo necesario acelerar un proceso en una compañía que no lleva ni un mes cotizando y que por tanto, todavía sus números de free float y liquidez podrían estar condicionados por su colocación".
Y por supuesto, se plantearía el dilema de qué valor podría salir del selectivo español. en términos de capitalización miraríamos a Melia Hotels, cuya salida ya se planteó en su vida, pero que, en ningún caso se llegó a ejecutar, con 1.726 millones y Solaria, el farolillo rojo, que entró en el Ibex 35 en 2020 y cuyo valor se ha reducido y mucho en el último año con sus fuertes caídas, del 40% en lo que va de ejercicio.
Además desde iBroker destaca otro punto a su favor para entrar en el Ibex: "el reequilibrio que supondría entre los sectores representados en el selectivo, que como sabemos, cuenta con un elevado peso de las entidades bancarias y financieras, mientras que adolece de presencia de otros sectores. En este caso Puig, representaría al sector consumo, con muy poca presencia hasta ahora", como destaca el analista Antonio Castelo.