España sigue alejada de los principales países europeos en la implantación del coche eléctrico y las infraestructuras necesarias, y muy por debajo incluso de la media. Y es que si uno de cada dos puntos de recarga europeos se encuentra situado en Países Bajos y Alemania, España cuenta con menos de un 3% del total, según datos de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA), recogidos por Europa Press. Así, Países Bajos, Alemania, Francia y Reino Unido albergan el 75% de los 199.825 puntos de recarga eléctrica para coches 'cero emisiones' que hay en la actualidad en la Unión Europea.
De este total, 50.824 unidades están en Países Bajos, un 25% de las electrolineras que hay en Europa. Asimismo, en Alemania se encuentra un 20%, hasta 40.517 puntos, mientras que en Francia hay 30.367 unidades, un 15% del total, y en Reino Unido, 28.538 unidades, un 14% del total. Juntos, estos cuatro países representan hasta el 75% de todos los puntos de carga eléctricos de la Unión Europea, a pesar de que solo cubren el 27% de la superficie total de Europa.
En el otro extremo del espectro se encuentran países como Rumanía, que es aproximadamente seis veces más grande en extensión que Países Bajos, y solo cuenta con 344 puntos de recarga, un 0,2% del total de la Unión Europea. España también se encuentra muy por detrás de los principales países europeos, con 5.769 puntos de recarga, apenas el 2,8% del total y por detrás de Italia, que tiene 9.370 puntos, un 4,7% del total.
Leve avance
Las únicas noticias algo más positivas vienen del hecho que, por primera vez en 2020, España sale de la última posición del Barómetro de la Electro-movilidad de Anfac, con un aumento de 2,5 puntos que le permite alcanzar una valoración de 14,9 puntos sobre 100 en el indicador global de electro-movilidad que valora la penetración de vehículos electrificados y la instalación de infraestructuras de recarga del tercer trimestre de 2020. De esta manera, se coloca por delante de otros países como Hungría, Italia o República Checa, lo que refleja un leve pero progresivo crecimiento.
Sin embargo, la penetración de la electro-movilidad en España aún está muy lejos de la media europea que alcanza una valoración de 29,6 puntos sobre 100 y que crece más de cinco puntos en este último trimestre. “La puesta en marcha de los planes de ayuda como el MOVES II son un importante estímulo para la electromovilidad en España, pero todavía son insuficientes para alcanzar los objetivos a medio plazo para la electrificación de nuestro parque automovilístico hasta 2030. Es necesario establecer un plan con una mayor dotación en 2021, al menos cuatro veces mayor que el actual plan MOVES, que consolide el desarrollo de la electro-movilidad, no solo en el ámbito de la demanda, sino en el desarrollo de infraestructuras de recarga”, resaltó el director general de ANFAC, José López-Tafall.
En el ámbito nacional, hasta cinco comunidades autónomas se sitúan por encima de la media española, colocándose Islas Baleares por primera vez en la cabeza del indicador global con una valoración de 20,3 puntos sobre 100, seguido de Cataluña y Madrid. Se sigue observando un lento crecimiento por parte de las diferentes regiones de España, además de una puesta en marcha muy desigual del Plan MOVES, del que todavía en tres CCAA (Extremadura, Murcia y Ceuta) siguen paralizados los fondos. A pesar de esto, cabe destacar la mejora registrada en Asturias (+5,5 puntos) o Navarra y Madrid, por encima de los tres puntos.
Durante el tercer trimestre, España recupera la posición perdida respecto a Italia en el último Barómetro, con un crecimiento de casi cuatro puntos y una valoración de 22,4 puntos sobre 100 en el indicador de penetración del vehículo. Pese al impulso que están dando los fabricantes de vehículos, tanto en la oferta (con más de 200 modelos electrificados en el mercado y casi 70 más a punto de salir) como en campañas de divulgación y conocimiento de estos vehículos, la compra de vehículos no despega.
El plan MOVES II ha servido para mejorar los datos, pero su impulso podría ser mayor con un sistema de gestión más centralizado y con un reparto de los fondos más orientado al mercado de cada Comunidad. España se mantiene así en los últimos puestos del ranking europeo, con un crecimiento similar a los países de su entorno, pero muy por debajo de la media europea, que se dispara en más de 10 puntos en este tercer trimestre.
De este modo la valoración media de los países de la Europa de los 15 se coloca en 50,1 puntos sobre 100, reflejando el desigual desarrollo de la demanda entre el mercado español y de los principales referentes en electrificación en Europa. Estos países ya han cumplido la mitad de los objetivos que se evalúan en el Barómetro mientras que España apenas ha logrado el 23% del cumplimiento.