Google respira aliviada tras ver el último borrador de privacidad en Internet (ePrivacy) que se cocina en los fogones de la Comisión Europea. El primer anunciante online a escala mundial podría seguir disponiendo de las cookies de millones de internautas para ofrecer publicidad a la carta si el texto actual -al que le queda aún mucho por delante- es finalmente aprobado.
Bruselas pretendía en un primer momento (Artículo 10) que la instalación de navegadores en Internet obligara al usuario a decidir qué cookies mostrar y cuáles no para evitar que tenga que hacerlo -como sucede ahora- en cada sitio que visita. Sin embargo, en un último texto presentado a finales del año pasado por el Consejo, formado por los 28 ministros de otros tantos Estados miembros, se elimina el Artículo 10. Las cosas seguirán prácticamente como estaban. El usuario podrá decidir si quiere o no ceder sus cookies, si bien se introduce un pequeño cambio que pasa porque este pueda elegir cuáles quiere compartir y cuáles no.
"Una regulación como la planteada en el anterior borrador hubiera provocado casi con toda seguridad que los usuarios declinasen aceptar las cookies. Eso sería sumamente negativo para las empresas que ofrecen servicios gratuitos en Internet mediante la financiación a través de la publicidad personalizada a través de las cookies", explica Joaquí Cives, abogado del despacho Écija Abogados.
Decir que la regulación frenaría un negocio tan rentable como el de la publicidad en Internet sería lo mismo que decir que la prohibición de matar frenaría la venta de cuchillos, no tiene ningún sentido"
Un negocio en el que las empresas más interesadas son, sin duda, aquellas que viven del negocio publicitario en Internet. Tres de ellas son Google, Facebook y Microsoft, corporaciones que precisamente son de las que más dinero invierten en hacer lobby en el seno de la Unión Europea, tal y como refleja el portal de transparencia de Bruselas.
"Es casi seguro que Google y otras empresas de Internet han liderado las presiones para que no se apruebe el anterior borrador, pero también es cierto que la intención de la Comisión Europea es que se creen empresas digitales en Europa. Bruselas mira siempre el resultado que pueden tener las regulaciones y el planteamiento inicial hubiera sido un freno para esa creación que se pretende, porque el seguimiento del usuario es esencial. Se verían afectadas millones de empresas, la principal de ellas Google", explica Sergio Carrasco Mayans, abogado especializado en nuevas tecnologías de Faseconsulting.
Pérdida de derechos
Hay quien ve en este borrador una pérdida de derechos para el ciudadano. "El usuario suele dar por incercia a 'aceptar' las cookies. La eliminación del Artículo 10 reduce la información al usuario, muy valiosa para que sepa qué datos va a compartir. Además, va contra el concepto de privacidad por diseño -webs hechas con parámetros para gestionar las cookies- y por defecto -activación por defecto de las opciones más garantistas con la privacidad- marcados por el Reglamento General de Protección de Datos", declara Elena Gil González, miembro de Secuoya Group y premio de la Agencia Española de Protección de Datos.
Gil añade que "el trasfondo de la eliminación del artículo se encuentra en el argumento de que el mercado, la innovación y el negocio no se sostienen si intentamos proteger al individuo. Con esta excusa se están eliminando garantías para el usuario, y es un despropósito porque son empresas que ganan muchísimo dinero con la publicidad. En todo caso, ganarían un poco menos, pero seguirían siendo muy rentables. Sería como decir que la prohibición de matar frenaría la venta de cuchillos, no tiene ningún sentido", concluye.
De haberse obligado a una configuración de cookies inicial al instalar un navegador de Internet es muy posible que el usuario hubiera optado por una decisión restrictiva. "La mayoría habría decidido no permitir el uso de cookies, y eso hubiera castigado a las empresas de Internet que viven de la publicidad, como por ejemplo los medios de comunicación. El hecho de que ahora Bruselas plantee dejar las cosas prácticamente como estaban permitirá que el negocio siga como hasta ahora", remarca Cives.
El reglamento de ePrivacy es una norma de aplicación directa en todos los países de la Unión Europea una vez los borradores sean matizados y aprobados como norma.