Es el dilema de todos los años. Los Reyes Magos se han acordado de nosotros, pero no de la forma que esperábamos. Ese jersey con una mezcla de colores indescriptibles, ese perfume que huele a rayos o el ‘original’ pack de calcetines no han triunfado y es hora de preguntarse qué hacer con él: devolverlo, cambiarlo, venderlo o acumularlo junto con otros trastos.
Respecto a la primera opción, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recuerda que “eso de que ‘si no queda satisfecho, le devolvemos el dinero’ es un reclamo de muchos comercios”, pero no necesariamente es cierto. “Muchos establecimientos adoptan políticas comerciales más favorables al consumidor y permiten hacer cambios y devoluciones, pero realmente la ley sólo obliga a admitir el cambio" si existe una tara en un producto que se ha comprado físicamente en la tienda.
Cuando no se trata de un defecto del producto, el portavoz de Facua-Consumidores en Acción Rubén Sánchez, explica que “sólo tienen obligación de devolver el dinero los comercios online”. Es decir, que afecta a las compras que “se han realizado por teléfono o por internet”. El consumidor tiene entonces 14 días para devolver el producto y “sólo tendría que asumir el pago del envío de la devolución”, sin que haya la necesidad de que el producto esté defectuoso para hacerlo.
Distintas políticas de cambio y devolución
Respecto a la venta física cada comercio tiene sus propias políticas de cambio y devolución y un mínimo en común: la ley de garantías para cuando hay un defecto en la fabricación. En este caso, el comercio está obligado a “arreglar el producto, sustituirlo por otro y, si todo esto es inviable, devolver el dinero”, añade Sánchez.
Por lo tanto, cuando el motivo de solicitar una devolución es, simplemente, que el regalo no gusta, Facua recomienda preguntar a la persona que lo entregó si al comprarlo le indicaron la posibilidad de devolución o cambio y en qué plazo podría hacerlo, que puede ser “nunca”, siete días, 15, un mes o incluso “tres meses”. También qué posibilidad de ‘cambio’ hay: “Hay quien devuelve el dinero, quien devuelve un cheque, quien lo cambia por otro producto… depende”, añade Sánchez.
Por esto, y aunque no afecta al ‘regalado’, desde la OCU recomiendan siempre a quienes realizan las compras “que se informen de las condiciones de cambio y de devolución, conservar el ticket o la factura de las compras” ya que, sin él, “se pierde el derecho a cambiar, devolver o reclamar tras la compra”. Otra buena opción para el comprador hubiera sido, “si el comercio lo permite”, solicitar un ticket regalo para que el receptor del regalo pudiera hacer cambios sin conocer el valor del mismo. Aunque seguro que no ha sido el caso de muchos.
Venderlo por internet
Pero no hay que perder la esperanza, siempre se puede hacer algo para no acumular ese ‘horror’ que nos han regalado. Una opción a la que cada vez más personas recurren es a ponerlos a la venta en internet a través de plataformas como Wallapop, Vibbo o eBay.
En estas plataformas también es posible comprar el regalo que nos hubiese gustado que nos hicieran los Reyes. Sin embargo, antes de ello hay que tomar ciertas precauciones. En este sentido, la OCU recomienda “comprobar los datos del vendedor” así como comprobar la “puntuación que otros compradores han hecho sobre un vendedor”, siempre que la plataforma ofrezca esta posibilidad.
A su vez, aconseja desconfiar de los anuncios que tengan “una redacción sospechosa o con fotos de catálogos, o que no corresponden al producto real” y, “ante cualquier duda”, no realizar la compra. Facua, por su parte, advierte de que nunca es aconsejable realizar el pago por adelantado.
Si eres una de esas personas ‘desilusionada’ con sus regalos de Reyes, y ninguna de estas opciones te convence, siempre puedes optar por el método más tradicional: regalárselo a otra persona.
