Economía

Los robos y Ucrania rebajan la inflación en los relojes de lujo de segunda mano y alejan a los especuladores

Hasta ahora, era muy común encontrar relojes usados por un precio superior al que procede de fábrica. Esto se debe a las listas de espera de las propias firmas, provocadas por una demanda nunca vista

Gran Vía, Place Vendôme, Oxford Street... Rolex tiene sus boutiques en los puntos clave de las principales capitales del mundo, pero si entras, muchas de estas tiendas te dirán que no hay nada a la venta y que todo lo que está a la vista es una exposición. Un hecho sorprendente, pero que responde a una sencilla razón: hay mucha más demanda que oferta, por lo que hay que apuntarse a una gruesa lista de espera para poder adquirir una pieza del mito relojero.

Es el caso principal del 'boom' que vive el sector de los relojes de lujo que también viven otras marcas como Patek Philippe, que ha provocado un fuerte crecimiento del mercado de segunda mano y que en muchos casos, estos sean más caros que nuevos. De ahí que Rolex quiera 'adelgazar' ese listado aumentando la producción. Ya ha comenzado con ello tras el levantamiento de una nueva fábrica el pasado año y tiene intención de multiplicar sus 'tiradas' a partir de 2029, fecha en la que la firma suiza comenzará a producir relojes en su nueva planta, que ha costado 1.000 millones de euros. Con ella, quiere controlar su propia demanda y evitar la dominancia de los usados.

Toda esta problemática es solo una consecuencia de la burbuja en la que ha estado metida el lujo hasta la llegada de la guerra de Ucrania, cuando esta se "pinchó", tal y como reconoce José Delestal, de CIRCA España, empresa experta en la compra de alta joyería y relojería. "Los relojes han dejado de subir y ya no son tantos los que están por encima de precio". Señala que se ha disparado la oferta de relojes en el mercado, lo que ha frenado la inflación.

"¿Sigue habiendo algunos relojes por encima de precio? Sí. ¿Muy poquitos respecto a lo que había antes? También", relata en conversación con este diario. Cuenta que esto se ha producido, en parte, porque "ya no hay ese efecto llamada de gente que no tenía interés en los relojes, solo especulaban con ellos para venderlos por 3.000-4.000 euros por encima".

La marcha de los especuladores denota que la burbuja se ha pinchado. Y esto ha ocurrido por diferentes motivos: la guerra de Ucrania, la falta de interés por los relojes y el miedo a los robos. El último caso es el más llamativo, ya que la cara oculta de la inflación ha sido la aparición de bandas de ladrones especializadas en relojes de lujo.

Una de ellas fue la 'banda del Rolex', en Madrid, que se hizo famosa tras robar varios artículos de esta marca. No son los únicos: en Barcelona, Tenerife o Sevilla hay varias bandas que se especializan en este tipo de delitos. "Los robos de estas características te pueden dar un susto en la calle y eso genera miedo", señala, de ahí que la gente piense que "para tenerlo en casa, lo vendo", señala Delestal.

Cuenta que hay gente que "ya no se siente segura en ningún sitio", ya que estos robos, en el caso de Madrid, se han dado en zonas residenciales como el Barrio de Salamanca o en la Milla de Oro. "Estas noticias tienen un impacto muy importante en las personas a la hora de vender los relojes", cuenta Delestar a este diario.

Pese a ello, la principal causa de que el mercado del lujo haya rebajado sus expectativas es la "inestabilidad política". Señala que "el miedo paraliza y enfría el mercado", de modo que aquel que quiere darse un capricho y comprarse su primer Rolex, frena la operación por miedo a cualquier emergencia. Tal y como relata Delestal, el grueso de clientes de lujo no son millonarios. El mercado que se resiente es el de relojes de 4.000, 6.000 y 10.000 euros, no el de 500.000, tal y como cuenta.

De este modo, el sector de la segunda mano del lujo ha comprobado como el mercado "se ha inundado de relojes", por lo que ahora es un buen momento para adquirir una pieza por un precio inferior a lo visto hasta la fecha.

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