Banco Sabadell y Cerberus trabajan a contrarreloj en la mayor operación inmobiliaria del momento. La entidad catalana y el fondo norteamericano esperan cerrar en los próximos días el traspaso de 7.500 millones en activos inmobiliarios. Pero en las últimas jornadas ha resurgido un posible competidor de Cerberus, su rival Blackstone, que está tratando de sumarse a la puja, según fuentes financieras consultadas por este medio.
Este nombre vuelve a estar sobre la mesa por unas diferencias de última hora entre Sabadell y Cerberus. El fondo dirigido por John Snow sigue teniendo preferencia en las negociaciones, pero la entidad presidida por Josep Oliu tiene lista la opción de Blackstone por si se torciera la primera vía.
Blackstone presentó la segunda mejor oferta por el bloque de activos adjudicados que está a la venta, a continuación de Cerberus y por delante de Lone Star.
La idea inicial de Sabadell era vender el ladrillo de su balance dividido en dos. Por un lado, el procedente de su negocio recurrente, valorado en 5.000 millones, dentro del 'Proyecto Challenger'. Y por otro, activos inmobiliarios de CAM, tasados en 2.500 millones, en el 'Proyecto Coliseum'.
Dos proyectos en uno
Finalmente, la entidad ha decidido unir ambos proyectos y adjudicar los 7.500 millones a un sólo candidato, que salvo tensiones de última hora será Cerberus.
El plan de Sabadell es tener cerradas estas desinversiones antes de agosto. Los 2.500 millones del 'Proyecto Coliseum' dependen del visto bueno final del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), ya que son activos con garantías públicas.
Parte de las ventas diseñadas por Sabadell dependen del visto bueno definitivo del nuevo gobierno socialista
El plan de Sabadell es asumir algo más del 20% del esquema de protección de activos (EPA) a cambio de que el nuevo gobierno socialista le permita hacer la operación de golpe, como adelantó este medio. El FGD estudia estructuras con las que diferir el impacto de la venta para que no afecten al déficit.
Para Cerberus esta operación es crucial dentro del proceso de reordenación del sector y el peligro de quedarse sin su mayor contrato de gestión en España -a través de Haya Real Estate-, en Sareb.