El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha insistido este sábado en que seguirá la "hoja de ruta" de aprobar los impuestos a las grandes entidades financieras y energéticas para que "los que están arriba apoyen a los que están abajo" en el actual contexto de la crisis derivada por la guerra en Ucrania. Unas palabras que llegan después de que ayer criticase al actual vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos, después de que el organismo instase a las entidades financieras a trasladar la tasa a sus clientes.

En un mitin del PSOE en Vitoria, Sánchez ha criticado a los "corifeos del neoliberalismo" y a los "antiguos directivos del PP" que el viernes criticaron el impuesto a las grandes entidades. El presidente ha defendido la "política útil" y ha señalado que "la gran diferencia" entre el gobierno y la oposición es que, en un contexto "tan difícil" el actual, el Ejecutivo "plantea una solución a cada uno de los problemas" y la oposición "solamente plantea a problemas a todas las soluciones que plantea el Gobierno".

Sánchez ha reivindicado la forma en la que su Ejecutivo sabe "qué soluciones" hay que dar a las crisis, frente a "la respuesta neoliberal" que se dio a la crisis financiera. "Ayer volvimos a escuchar a antiguos dirigentes de PP, al igual que los actuales dirigentes del PP, decir que esto del impuesto a las grandes entidades financieras, a las grandes entidades energéticas, está absolutamente injustificado", ha criticado el líder socialista, en declaraciones recogidas por Europa Press.

Toque de atención del BCE

Esta semana, el BCE emitió su opinión, no vinculante pero clave para la tramitación parlamentaria, sobre el nuevo gravamen al sector bancario e instó a las entidades a repercutirlo a los clientes. "Una disposición genérica que establezca que el gravamen temporal no puede trasladarse a los clientes de las entidades de crédito podría generar incertidumbre, así como riesgos operativos y de reputación conexos para dichas entidades", señaló el supervisor, aclarando que la subida de precios a los clientes son "legítimos". Este era el principal choque que se preveía del plan de Sánchez, que quiere impedir que los bancos repercutan el impuesto a los clientes, algo que va en contra de la normativa bancaria actual.

Por esta razón, el Banco Central espera que las entidades reflejen en el coste de los préstamos todos los costes pertinentes, "incluidas las consideraciones fiscales", tal y como fijan las "buenas prácticas internacionales". El organismo también exigió al Gobierno aclarar qué fórmula utilizará la CNMC para controlar que efectivamente no se traslade a los clientes.

Críticas al pasado de De Guindos

Tras la opinión emitida por el BCE, el presidente del Gobierno afirmó el viernes que  Luis de Guindos "es bien conocido por la política española" por haber sido en el pasado ministro de Economía del Gobierno del Partido Popular, artífice del rescate al sector financiero y previamente responsable de Lehman Brothers, para a continuación agradecerle, en tono irónico, sus "ganas de ayudar".

El presidente del Gobierno afirmó que el Ejecutivo estudiará el informe del Banco Central Europeo (BCE) sobre el impuesto temporal a la banca, pero confirmó que continuaría con su hoja de ruta de crear el gravamen, especialmente tras los últimos anuncios de beneficios y reparto de dividendos de las entidades financieras. Previamente, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, también se había "mostrado" sorprendido tras las palabras del vicepresidente del BCE, Luis de Guindos.

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