Economía

Pedro Sánchez y los lobos de Wall Street

En Moncloa no tienen claro si el contratiempo del volcán le ha hecho un roto o un favor a Pedro Sánchez. En las salas de mando, donde aún se siente

  • Operadores en el parqué de Wall Street.

En Moncloa no tienen claro si el contratiempo del volcán le ha hecho un roto o un favor a Pedro Sánchez. En las salas de mando, donde aún se siente la sombra alargada de Iván Redondo, se había planificado con mimo la agenda del presidente en Nueva York: un conjunto de citas y 'actuaciones' apropiadas para que el líder socialista 'venda' el buen clima de España como destino inversor.

Los estrategas de Moncloa creían que el momento era propicio. La Asamblea de la ONU -excusa del segundo viaje de Sánchez a Manhattan en apenas dos meses- coincidía con una semana previsiblemente favorable desde el punto de vista 'macro'. El martes estaba prevista la comparecencia, tras el Consejo de Ministros, de Nadia Calviño, para certificar que la economía va viento en popa y también la negociación de los Presupuestos Generales del Estado. El mismo día debían difundirse las proyecciones económicas de dos organismos independientes: el Banco de España y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Con la pandemia asestando sus últimos coletazos, España puede sacar pecho de la evolución del PIB (no ocurre lo mismo con variables como el déficit o el paro juvenil). La OCDE ha elevado al 6,8% el crecimiento de la economía en 2021 y al 6,6% en 2022. Ninguna otra economía occidental avanzará a la misma velocidad (las excepciones en la OCDE son China, India y Turquía). El Banco de España también ha mejorado hasta el 6,3% la previsión para este año y al 5,9% para el siguiente.

Las proyecciones se acercan así al 6,5% pronosticado por la vicepresidenta económica para este año. No ocurre lo mismo con la apuesta del Gobierno -exagerada para muchos- de cara a 2022, cuando prevé un fuerte tirón del 7%. Para hacerse una idea de lo que piensan los principales economistas hay que revisar el Panel de Funcas, que agrupa las previsiones de 20 servicios de análisis y que apunta a una media de 6,2% este año y de 6,1% el que viene.

Hay demasiados intereses en juego, demasiados 'lobos' en Wall Street, apostando cantidades astronómicas de 'billetes verdes', como para que Sánchez sea recibido con calor y agrado

Sánchez quería presumir de estadísticas en la Gran Manzana. De ahí que los ojeadores de Moncloa buscaran encuentros con quien mueve, de verdad, el dinero en Wall Street. Habían logrado fijar dos reuniones. Una con Michael Bloomberg, empresario y ex alcalde de Nueva York, quien le ponía a tiro a un grupo de inversores para exponerles su Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. La siguiente cita era -en formato cena- con los 'popes' de Goldman Sachs, uno de los bancos de inversión más 'top' de Wall Street.

La desgraciada emergencia del volcán de La Palma ha dejado en papel mojado la agenda presidencial. Pero el giro de los acontecimientos conlleva hechos positivos para el líder socialista. De entrada, Sánchez no tendrá que dar explicaciones sobre el controvertido 'hachazo' al sector energético.

El eco del plan para "detraer los beneficios" de las eléctricas ha llegado hasta Wall Street. Fondos y bancos ven con recelo la actuación del Ejecutivo para poner coto a la subida de la luz. Por la parte que les toca: el sector energético español está plagado de inversión estadounidense. A la cabeza está el mayor fondo del mundo, Blackrock, a su vez segundo accionista de dos de las empresas más afectadas por la política energética de la ministra Teresa Ribera: Iberdrola (5,25% del capital) y Repsol (5%).

Que no tenga tiempo de pasar por los platós de televisión no le van tan mal a Sánchez. Así no tendrá que contestar a la más incómoda de las preguntas: ¿Cuándo se va a reunir, de verdad, con Biden?

Blackrock también tiene posiciones superiores al 3% en el capital de Red Eléctrica, Enagás y Solaria. Y JP Morgan es el primer accionista foráneo de Repsol (6,8%). También Naturgy cuenta con un fondo neoyorquino en su capital (GIP, que controla el 20,6%).

Demasiados intereses en juego, demasiados 'lobos' en Wall Street, apostando cantidades astronómicas de 'billetes verdes' para que Sánchez sea recibido con calor y agrado en su nueva excursión a la Gran Manzana. De hecho, por si algún inversor alberga aún alguna duda de cómo se las gasta el Gobierno, se encargará de amplificar lo sucedido el presidente de Iberdrola. Ignacio Sánchez Galán está de paso por Nueva York y participará este miércoles en un acto con inversores, en el marco de la Asamblea de la ONU. Estaba prevista la asistencia al acto del presidente de Blackrock, Larry Fink, probablemente el ejecutivo con más poder de Wall Street, pero ha cancelado en el último momento por motivos de agenda.

Que la nueva incursión al corazón del poder financiero mundial se quede en apenas un paseo por Manhattan no le encaja tan mal al Pedro Sánchez. Tampoco que no tenga tiempo de pasar, como estaba previsto, por los platós de varias cadenas de televisión. Así no tendrá que contestar a la más reiterada e incómoda y de las preguntas: ¿Cuándo se va a reunir, de verdad, con Joe Biden?.

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