Pedro Sánchez ha vuelto a dejar tirado al potente lobby de la empresa familiar, el Instituto de la Empresa Familiar (IEF), presidido por Marc Puig (presidente del Grupo Puig).
El Presidente del Gobierno ha comunicado finalmente a la organización de la XXIV edición del Congreso Anual del IEF, que se celebra este año entre el 24 y el 26 de octubre en Pamplona, que no asistirá por "problemas de agenda", de acuerdo a fuentes el organismo privado. El IEF había invitado a Sánchez a clausurar el congreso, al que en principio también asistirá el líder del PP, Pablo Casado.
Tras los abucheos recibidos en la celebración, ayer martes, del 12 de Octubre en Madrid, someterse a la valoración de los empresarios -el IEF reúne a las mayores compañías españolas familiares (como Mercadona, Gestamp o El Corte Inglés)- no debe ser plato de buen gusto para el Presidente.
En 2019 Sánchez no acudió al congreso que el IEF celebró en Murcia; un año antes, en Valencia, no fue bien recibido
Sánchez ya dio la 'espantá' en el último congreso presencial organizado por el IEF, en 2019 en Murcia. En aquella ocasión, en el último momento, desde Presidencia del Gobierno se comunicó que la Ministra de Hacienda, María Jesús Montero, sustituitíría a Pedro Sánchez en la clausura del congreso, al que también asistió el Rey Felipe IV.
En el del año pasado, no presencial, en lugar de Pedro Sánchez acudió la Ministra de Economía, Nadia Calviño.
Habiendo sido recién elegido presidente del Gobierno, Sánchez sí que acudió a la clausura del congreso que el IEF celebró en 2018 en Valencia. Posiblemente aquel acto no le traiga grandes recuerdos a Sánchez.
"Dialogar con todos"
Entonces, Pedro Sánchez no fue bien recibido por los asistentes (representantes de destacadas empresas familiares españolas), al contrario que el líder del PP, Pablo Casado, que tardó media hora en recorrer un pasillo por las fotos y saludos que no paró de recibir, entre aplausos de los empresarios.
Marc Puig, elegido presidente del IEF el pasado año, manifestó que la asociación se había propuesto "dialogar con todos, porque es nuestro talante, y porque la situación demanda el máximo grado de colaboración público-privada". Unas declaraciones que sonaban a guante tendido a Sánchez, quien no parece haberlo recogido.
