Los españoles pagarán en 2021 por la luz lo mismo que en 2018. Esa es la promesa que defiende el Gobierno desde septiembre. Un compromiso que parecía imposible al cierre del año porque el precio de la electricidad terminó siendo un 400% más caro que la media de los últimos cinco años. Pero Pedro Sánchez ha celebrado este miércoles la consecución del objetivo.
"Cumplimos. Los datos de Eurostat confirman que la factura eléctrica de los hogares españoles en 2021 fue similar a la de 2018, descontando la inflación", ha compartido a primera hora el presidente en su cuenta oficial de Twitter junto con un enlace del diario El País. El mismo medio, por cierto, donde Sánchez lanzó su promesa en una entrevista concedida en septiembre en plena crisis de los precios de la luz y el gas.
Los datos de Eurostat señalan que el precio medio que pagaron los hogares españoles se situó en 0,2595 euros por kilovatio hora (kWh) si se le aplica la tasa de inflación de entre diciembre de 2018 y diciembre de 2021. Una cantidad que, como explica la información de El País, es superior a los 0,257 euros el kWh del año pasado. La noticia que comparte Sánchez aclara que el Gobierno usa ahora los datos de Eurostat y no los del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Porque Eurostat tiene en cuenta a todos los hogares españoles, tanto los del mercado libre y los del regulado. El INE solo basa sus datos en las familias con tarifa regulada, que son aquellas que se ven afectadas por el descontrol del precio mayorista de la electricidad. Las fuentes del Gobierno que cita El País matizan que los datos de Eurostat son ahora los que recogen "la realidad de los precios en España".
'La trampa estadística' de Sánchez
La 'trampa estadística' se fundamenta en incluir los hogares acogidos al mercado libre para poder compensar el descontrol que ha vivido 'su' tarifa (la regulada). Como publicaba 'Vozpópuli', el mercado español, al igual que el resto de Europa, rozaba en diciembre de media los 300 euros/MWh, desgraciadamente para los consumidores del PVPC, y el Gobierno tuvo que buscar nuevos ingredientes para cumplir su promesa ante el nuevo bandazo del mercado.
Los hogares del mercado libre, que representan el 60% de los consumidores, han sido la salvación de la receta de Moncloa. Estos consumidores han sido los grandes beneficiados en esta crisis ya que su tarifa cuenta con un precio fijo de la electricidad, frente al descontrol de mercado diario, y disfrutan igualmente de la reducción de los impuestos del Ejecutivo.
Esto compensa los cálculos del Gobierno. El perfil de factura media que ha manejado el Ministerio para la Transición durante esta crisis se basa en un consumidor 'regulado' acogido a la Tarifa 2.0A, 2.0TD a partir de 1 de junio de 2021, con una potencia contratada de 3,8 kW y 2.300 kWh/año. Un tipo de factura que entre 2012 y 2020 ha tenido un coste mensual de media de 43 euros al mes, 47 euros si se ajusta al Índice de precios de consumo (IPC) actual. En concreto, la tarifa de 2018, la más cara de esos años, alcanza los 47,6 euros.
La promesa de Sánchez pretende poner en valor el paquete de medidas aplicadas por su Gobierno. Donde destaca una reducción del 97% de los cargos de la factura, rebaja del IVA del 21% al 10%, una reducción del impuesto de la electricidad al 0,5% y una suspensión del tributo sobre la generación de las eléctricas.
La media de 2021 de esta factura, tras las medidas aplicadas por el Gobierno, fue de 52 euros. Los consumidores de esta tarifa pagaron algo más de un 10% más que en 2018, según los datos de cierre de 2021. Para conseguir el promedio buscado, el Gobierno compensará este aumento con la caída que vivirán este año los hogares del mercado libre gracias a las bajadas fiscales y que su precio ha sido estable. Según estiman desde el sector, el promedio del precio de la electricidad que se incluye en este tipo de contratos han rondado este año los 70 euros/MWh, cuatro veces menos que el mercado mayorista.