La dirección de Banco Santander ha accedido a rebajar en 200 trabajadores, hasta un total de 1.384 efectivos, el número de salidas contemplado en el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que llevará a cabo en el marco de la integración de sus servicios centrales en España con los de Banco Popular, según han informado a Europa Press en fuentes sindicales.
En la reunión mantenida este jueves, el banco cántabro también ha aceptado reducir la edad de los trabajadores que se podrán acoger a las prejubilaciones hasta los 55 años planteados por los sindicatos, desde los 58 años propuestos inicialmente.
En este sentido, Santander ofrece el 65% del salario para los trabajadores de entre 55 y 58 años y el 75% para aquellos cuya edad está comprendida entre los 58 y 61 años. Para los empleados con más de 62 años, Santander propone el pago de una anualidad.
La propuesta del banco en relación a las prejubilaciones contempla también el pago de una prima de 3.000 euros y un convenio especial hasta los 63 años.
Asimismo, Santander ha accedido a primar el criterio de voluntariedad en el ERE y a descartar la movilidad geográfica dentro del proceso. En relación al traslado de empleados de Popular a empresas del Grupo Santander, se ha acordado mantener su antigüedad, monetizar las aportaciones del plan de pensiones y la disponibilidad de préstamos de vivienda y al consumo con mejores tipos que en Popular, así como facilitar la conciliación y el acceso a ofertas de empleo del Grupo Santander.
Fuentes de la negociación ya habían informado de que el banco que preside Ana Botín estaba abierto a negociar el número de salidas mediante prejubilaciones y bajas incentivadas si los sindicatos aceptaban las 585 recolocaciones propuestas.
No obstante, desde UGT consideran que, a pesar de que el banco haya accedido a rebajar en un 12,6% el número de bajas propuesto inicialmente, la cantidad sigue siendo excesiva, por lo que no dan por finalizadas las discusiones en este punto de la negociación.
Bajas incentivadas
En relación a las bajas incentivadas, fuentes de UGT indicaron que las condiciones del ERE de 2016 en Santander eran "el referente" en el proceso actual, por lo que el sindicato podría acogerse a una oferta similar.
Este acuerdo contemplaba una indemnización de 40 días por año trabajado con un máximo de 24 mensualidades para los trabajadores de entre 50 y 54 años con dos primas añadidas.
Una de ellas oscilaba entre los 4.000 euros para los trabajadores que contaran con menos de cinco años de antigüedad y de 30.000 para aquellos con más de 25. La otra contemplaba el pago de 2.000 euros por cada trienio cumplido en el banco.
Por el momento, Banco Santander ha puesto sobre la mesa 35 días por año trabajado con un máximo de 28 mensualidades más 500 euros por año completo de antigüedad y otra prima que oscila entre 3.500 y 25.000 euros, también en función de la antigüedad, para los trabajadores de entre 45 y 54 años. Hasta los 44 años, Santander ofrece las mismas condiciones, pero limita el número máximo de mensualidades a 24.
En cualquier caso, UGT considera que esta oferta es "insuficiente" porque considera que el Grupo Santander puede hacer un esfuerzo mayor y afirma que ambas partes se encuentran "lejos de llegar a un acuerdo".
El sindicato entiende que Santander tiene que limitar el número total de salidas y continuar realizando mejoras "sustanciales" de su planteamiento inicial, tanto en las condiciones de las bajas incentivadas, como en los traslados a empresas del grupo para evitar la posibilidad de que se produzcan despidos forzosos.
Por este motivo, UGT no descarta realizar movilizaciones si la entidad se muestra "inflexible" con sus planteamientos actuales.